Daniel Pi
@BastionBoxeo

En la noche del sábado, el O2 Arena de Londres (Reino Unido) acogió la interesante velada con tres destacados combates del peso pesado, dejando dichas pugnas un muy emocionante duelo, un resultado contra pronóstico y un sobrecogedor nocaut.

En lo que se refiere al enfrentamiento estelar, la eliminatoria WBC del peso pesado entre el británico-jamaicano Dillian Whyte (26-1, 18 KO) y el colombiano Óscar Rivas (26-1, 18 KO), el duelo terminó con una victoria por decisión unánime (115-112 doble y 116-111) del primero que, más de 600 días después de situarse como número 1 WBC, logró ver certificada su condición de aspirante obligatorio del campeón mundial Deontay Wilder. Sin embargo, no fue fácil, ya que cayó a la lona en esta muy buena contienda.

El invicto Rivas tuvo un buen inicio, manejando su jab y llegando con algún golpe de poder ante un Whyte de espaldas a las cuerdas, aunque en el segundo asalto el local llegó con una derecha que le pareció dañar a su rival, arrojándose contra él y produciéndose emocionantes intercambios. Sin embargo, Whyte no pudo mantener el centro del ring por mucho tiempo por las grandes transiciones de posición ofensiva a defensiva de Rivas y su poderosa mano derecha. No obstante, poco a poco Whyte fue gestionando mejor los tiempos y los espacios para imponer su alcance a través del jab y acompañar su directo de mano adelantada con curvos diestros, logrando frenar el ímpetu de su contrincante.

Habiéndose mostrado un tanto estancado, Rivas, espoleado por su equina, presionó mucho más en el séptimo episodio y conectó buenos ganchos al cuerpo, pero recibió contundente respuesta tanto en ese round como en el octavo, en el que los hooks de mano adelantada de Whyte llegaron a la cabeza y al torso y parecieron afectar al americano. Con todo, en el peso pesado una mano lo puede cambiar todo, y en el noveno episodio Rivas derribó a Whyte con un uppercut diestro seguido de un gancho zurdo, produciéndose un hostigamiento que, al encontrarse con valiente respuesta, dejó un muy intenso round. Whyte quedó afectado tras este asalto, pero Rivas acusó el sobreesfuerzo intentando anotarse el nocaut, de modo que el choque no se fracturó, sino que se mantuvo igualado, si bien el británico consiguió controlar las acciones en los últimos asaltos, de nuevo especialmente con su jab.

La trabajada victoria de Whyte le emplaza, al fin, a su esperado combate contra Deontay Wilder pero, si el WBC no cambia de opinión, antes de que estos se enfrenten primero el campeón tendrá el permiso del organismo para hacer dos defensas voluntarias ante Luis Ortiz y Tyson Fury. Así, quizás Whyte deba esperar hasta la segunda mitad de 2020 para ver su sueño hecho realidad.

Victorias de Price y Chisora
En cuanto al semifondo, David Price (25-6, 20 KO), que normalmente noquea o es noqueado en la primera mitad del combate, no sólo aguantó sin desfallecer ante un oponente que le presionó, sino que controló las acciones y forzó a abandonar al resistente y voluntarioso David Allen (17-5-2, 14 KO).

Price aprovechó su gran ventaja en altura para marcar la diferencia con su tenso jab pero, más allá de alguna fuerte derecha y algún uppercut, no logró conectar los suficientes golpes de poder para hacer tempranos daños cruciales a un Allen que tiraba el jab al torso y que acortaba la distancia para combinar ganchos. Desde el cuarto asalto, Allen logró mantenerse más tiempo cerca de su oponente, pero lanzó muchos manotazos y conectó pocos puños nítidos, siendo contragolpeado con ganchos y uppercuts de un Price que no perdió su resistencia de forma tan dramática como acostumbra. Al contrario, se mantuvo activo, encajó y bloqueó las andanadas de su oponente y continuó impactando uno-dos y uppercuts diestros, con los que abrió un corte en torno al ojo derecho de Allen. Dicha brecha y el castigo acumulado llevaron al equipo de éste a optar por abandonar en el descanso entre el décimo y el undécimo round.

La promotora de Allen pretendía usar a Price como trampolín para lanzar al apreciado por el público “White Rhino” hacia una pugna contra Alexander Povetkin, pero la derrota trunca esos planes a la vez que le permite al denostado “Pricey” reflotar un tanto y aspirar a una nueva pelea ante un top 15.

Antes de estos dos combates tuvo lugar una breve contienda entre el veterano Dereck Chisora (31-9, 22 KO) y el exretador mundial polaco Artur Szpilka (22-4, 15 KO) que venció el primero con un brutal nocaut en el segundo asalto.

Durante el primer round Chisora salió, como siempre, a presionar y a buscar conectar sus combinaciones de curvos, encontrándose con algunos crochés diestros y directos de izquierda de su zurdo rival. Estos golpes no le detuvieron, puesto que en el segundo round continuó avanzando sobre su oponente, encontrando la ruptura y el desenlace. Y es que con un gancho diestro estremeció a Szpilka, que fue alcanzado por hooks enlazados hasta que un nuevo gancho de derecha lo derrumbó mientras el árbitro llegaba algo tarde a detener el enfrentamiento.

Tras la victoria, Chisora afirmó que todavía se siente joven y que mientras la gente lo apoye seguirá combatiendo, apoyándole en sus pretensiones su promotor, Eddie Hearn, que confirmó, como ya se sabía, que la intención es que se mida en otoño (probablemente en octubre) al excampeón mundial Joseph Parker.