Daniel Pi
@BastionBoxeo

“No me gusta la personalidad chulesca que ha desarrollado y no me gusta su actitud. Cuando habla de su suspensión por dopaje es como si no tuviese ningún arrepentimiento. Cuando estás compitiendo en atletismo o cosas así, que las personas hagan trampas conlleva que los otros atletas pueden perder medallas. La diferencia en el boxeo es que se va ahí para hacerse daño mutuamente. No me gusta y a mis ojos él es una desgracia para el deporte”.

Estas declaraciones del campeón mundial IBF del peso pluma Josh Warrington (28-0, 6 KO) sobre su aspirante obligatorio Kid Galahad (26-0, 15 KO) cuando ni siquiera se tenía fecha para la contienda ante éste son una muestra pequeña de toda la tensión que ha rodeado a esta pugna, hostilidad que de ninguna manera ha sido creada con pretexto de vender más entradas. Y es que realmente el británico Warrington ha dejado claro una y otra vez, en los cara a cara de las conferencias de prensa, en entrevistas y en sus declaraciones frente a su adversario, que no siente ningún respeto por un Galahad que estuvo suspendido 18 meses por un positivo en dopaje en mayo de 2015, fecha posterior a sus victorias sobre Sergio Prado e Iván Ruiz Morote.

Realmente, se puede pensar que la animadversión de Warrington hacia Galahad podría ser algo personal, o que los insultos que los aficionados le gritaron en conferencia de prensa al retador sólo son una muestra más del hooliganismo de un cierto sector de los seguidores británicos del boxeo. Pero verdaderamente casi no se pueden encontrar palabras positivas a favor de Galahad de ningún implicado en el pugilismo, afirmando un Carl Frampton que fue derrotado por Warrington:
“En lo más profundo de mi corazón me gustaría ver a Warrington aplastar a Galahad. Espero que gane la pelea, sólo estoy siendo totalmente honesto. Espero que le gane de punta a punta”.

De hecho, encontrar alguien que apoye a Galahad es difícil incluso en su propia familia teniendo en cuenta que el propio boxeador culpa de su dopaje a su hermano, al que acusa de haberle puesto esteroides en una bebida para que diese positivo por negarse a darle dinero, excusa que es bastante original pero, de ser falsa como parece, realmente indigna y rastrera.

De todos modos, quizás Galahad no necesite nada más para motivarse que los 515.000 euros que se embolsará por esta pelea (Warrington 960.000 €) y la oportunidad de poder intentar batir al campeón en más acusada línea ascendente de los que componen la cúspide de la división. Sea como sea, los dos están enormemente motivados para el combate que se producirá este sábado ante más de 13.000 personas en el First Direct Arena de Leeds (Reino Unido), localidad de Warrington en la que combatirá al haber ganado su promotor Frank Warren una subasta que había sido solicitada por Matchroom Boxing.

En lo estrictamente deportivo, Warrington es el favorito, pero por un margen escaso, valorándose que, además de llegar de una lesión menor en la mano que obligó a aplazar esta defensa oficial desde su fecha inicial, el estilo de su adversario, muy técnico y dinámico, podría ser un serio impedimento en su camino a la victoria y en sus pretendidas esperanzas de unificar en el futuro.

Al respecto, sobre las dificultades que podría generar Galahad, el entrenador de éste, un Dominic Ingle al que se ha acusado de estar implicado en tramas de dopaje, señaló:
“Galahad tiene mucho control y precisión. Su puntería mantendrá a Warrington lejos. No puede seguir caminando hacia ese tipo de puños y eso es básicamente lo que Warrington va a hacer. Va a boxear de la misma manera con la que ha tenido éxito y esperará que pase lo mejor. Pero por una vez se va a enfrentar a alguien que está más en forma que él, que está más fresco que él y que puede boxear y bajar el ritmo”.

Como queda claro con estas palabras, Ingle y Galahad esperan un choque de estilos, estando por un lado un Warrington con gran frecuencia de golpes, enorme resistencia a la fatiga y que ofrece intensísima y constante presión y por el otro un elusivo aspirante que tratará de abrir el ring con sus pasos laterales y usar sus rectos y su uppercut a la contra para intentar castigar al monarca. De todos modos, Warrington, al que se le ha advertido sobre lo incómodo que Galahad puede resultar, no tiene dudas sobre su propio potencial ni en cuanto a que podrá lidiar con su contrincante, sentenciando respecto a su próxima defensa:
“La gente habla de que es intrincado. Es intrincado si le dejas serlo. Yo no lo veo poco manejable y ya hemos mirado formas de anular eso. No es un peleador incómodo. Él piensa que es superfuerte, esto, aquello y lo otro. ¿En qué te basas? ¿En los peleles que ha noqueado? ¿En los taxistas de Europa del Este? ¡Vamos hombre! No pienso que sea tan fuerte como yo. No pienso que ningún peso pluma lo sea. La gente habla de mí como si sólo tuviese esta fantástica resistencia. Pero es positivo que no se fijen en qué otras cosas puedo hacer, y sé que puedo adaptarme. Lee Selby y Carl Frampton son dos peleadores muy diferentes y fui capaz de adaptarme”.

La victoria de Warrington se paga a 1,33 € por euro apostado, mientras que la de Galahad a 3,50 €, pero además hay opciones para apostar a múltiples resultados del combate, pinchando en el título de la pelea.
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El evento encabezado por el Warrington-Galahad será televisado en Reino Unido por BT Sport 1 a partir de las 20:30 h, estando el duelo estelar programado entre las 23:30 h y las 00:00 h en hora peninsular española.