Daniel Pi
@BastionBoxeo

Los espectadores presentes el sábado en el Arena de Newcastle (Reino Unido) tuvieron sin duda una noche que no olvidarán, ya que el ídolo local Lewis Ritson (20-1, 12 KO) (en la imagen superior) se impuso por decisión unánime (117-111 y doble 116-112) a Robbie Davies Jr. (19-2, 13 KO) y además lo consiguió en una brutal y espectacular guerra en la que ambos boxeadores intercambiaron golpes sin cuartel.
La igualdad de las acciones fue extraordinaria como también el ritmo de pelea durante la primera mitad, con los dos conectando puños nítidos en gran número y en todo tipo de trayectorias, viéndose ambos estremecidos y amagando con ceder antes de volver a un ataque si cabe más agresivo que el anterior. En cualquier caso, el uso del gancho de mano adelantada de Ritson fue sensacional y supo gestionar mejor los tiempos del asalto, por lo que fue perfilando una ventaja en las tarjetas ante un Davies que pareció equivocarse al plantear una batalla de desgaste ante un púgil conocido por su despliegue en corta y media. De hecho, cuando la pelea tuvo más distancia en el segundo tramo, Davies tuvo resultados con sus rectos, si bien esto no le bastó ante un Ritson que no perdió la cara al encuentro y que tuvo éxito determinante en los intercambios cruciales.

Dado que finalmente el choque adquirió la etiqueta oficial de eliminatoria WBA del peso superligero, Ritson es ahora el aspirante obligatorio del monarca unificado que saldrá del encuentro Prograis-Taylor.

En cuanto al semifondo, el campeonato británico del peso superwélter entre el titular Ted Cheeseman (15-2-1, 9 KO) (a la izquierda en la imagen) y el aspirante Scott Fitzgerald (14-0, 9 KO), este se saldó con la coronación como nuevo titular de “Fitzy”, que se impuso por decisión unánime y cartulinas de doble 116-113 (excesivo) y un 115-113, si bien a muchos no les convencieron dichas puntuaciones.
Aunque quizás su jab fue más afilado en el primer asalto y en algún otro episodio más de la primera mitad, Fitzgerald entró en una muy mala dinámica, mostrándose poco eficaz ante un Cheeseman que puso de manifiesto una enorme evolución, recurriendo a un gran juego de piernas, buenas esquivas de cintura, precisos jabs con paso y contundentes contras en uppercut diestro y gancho zurdo. Sin embargo, en el último cuarto Fitzgerald reaccionó, no sólo controlando claramente las acciones sino que incluso dañando y poniendo en ciertos apuros a su oponente con fuertes hooks al cuerpo y golpes de poder en croché al rostro.
El plan era que el vencedor de este encuentro se midiese a Anthony Fowler, pero Eddie Hearn no estuvo satisfecho con el resultado, sugiriendo la opción de una revancha entre Cheeseman y Fitzgerald.

Inmediatamente antes de que el Cheeseman-Fitzgerald comenzase se produjeron dos breves combates, el rodaje de la promesa del peso supermedio Savannah Marshall (8-0, 6 KO) ante la fogueada Ashleigh Curry (8-13-4, 1 KO) y el encuentro de desarrollo, pactado a cuatro asaltos en el peso wélter, para el local Joe Laws (8-0, 4 KO) contra el visitante Justice Addy (16-6-1, 14 KO).

Respecto al primero, Marshall (en la imagen), más allá de recibir algún contragolpe, arrolló con una nueva muestra de calma y medida agresividad, dañando en el primer round a Curry con un gancho zurdo al torso que la expuso a una serie de puños que debieron conllevar la intervención arbitral, que también pudo haberse producido al final del segundo asalto, si bien finalmente el combate terminó en el tercer episodio. Marshall parece destinada a un inminente asalto mundialista en el despoblado peso supermedio femenino.

En cuanto al segundo, Laws evidenció sus carencias al sobreexponerse y encimarse en su excesivo afán ofensivo, aunque logró una clara victoria unánime (39-36 juez-árbitro) sobre un Addy al que estremeció varias veces con su gancho zurdo y su directo y que a duras penas pudo terminar en pie el choque.

De más trascendencia resultaba por sus consecuencias la eliminatoria por el cetro británico del peso semipesado entre Lawrence Osueke (9-0-1, 1 KO) y Ricky Summers (16-2-1, 5 KO), enfrentamiento deslucido por continuos agarres y por la inadecuada gestión de los espacios de ambos que terminó con empate dividido y dispares cartulinas (100-92, 95-96 y 95-95). Muchos asaltos fueron difíciles de puntuar por lo embarrados que resultaron y por la cantidad de golpes en clinch que hubieron, pero Osueke pareció ser más efectivo con sus golpes aislados en jab y croché diestro cuando eventualmente la pelea se mantuvo en larga. No obstante, los jueces equipararon esto al trabajo más continuado de un Summers que no aprovechó bien sus armas.
El resultado deja sin aspirante obligatorio al monarca Joshua Buatsi, por lo que se necesitará una revancha, que quizás podría llegar a ser por la propia corona británica si, como se espera, el titular la deja vacante.

Finalmente, el enfrentamiento que abrió la retransmisión de DAZN fue el choque del peso pesado entre Martin Bakole Ilunga (14-1, 11 KO) y Kevin Johnson (34-16-1, 18 KO), duelo de un solo lado en el que el prospecto se limitó a escoger sus golpes ante un rival muy estático e inactivo. Eventualmente, Johnson conectó alguna contra y su experiencia en el boxeo defensivo le permitió bloquear algunos puños, pero Bakole Ilunga lanzó manos de poco recorrido en todas las trayectorias hasta que en el quinto round dañó a su adversario con una derecha y finalizó la pugna con una andanada de curvos que obligó al tercer hombre a intervenir.
Contento por ser el tercer púgil que logra derrotar a Johnson antes del límite junto a Anthony Joshua y Petar Milas, Bakole se mostró dispuesto a cualquier reto a continuación, afirmando su promotor Eddie Hearn que si lo desean podría ser el contrincante de Daniel Dubois en su próximo combate de diciembre.