Euskobox

Disfrutó el público que se congregó este sábado pasado (23/01) en el Polideportivo Judimendi de Vitoria para asistir a la velada de boxeo amateur que tenía en la final del Torneo All Star Gasteiz su combate de fondo. Expectación y mucho aficionado desplazado desde Bilbao y La Rioja que se sumó al local.

El pleito estelar cumplió con todo lo que se podía esperar. Estilos distintos enfrentados, alternativas, incertidumbre y una tensión más propia del pugilismo profesional que del amateur. Y, sobre todo, dos enormes boxeadores que demostraron por qué estaban en el cuadrilátero para disputar una la final de un Torneo del prestigio del All Star Gasteiz.

Tras la lectura de las cartulinas la suma de los jueces favoreció al vizcaíno Ibon Larrinaga (a la izquierda en la foto), que levantó el trofeo y se adjudicó el premio económico. Pero lo cierto es que hubo dos ganadores. Larrinaga, muy serio, muy preparado y consciente del peligro que tenía enfrente, puntuó, superó un momento muy crítico en el segundo asalto y supo mantenerse activo los últimos 30 segundos del combate. Mostró madurez, experiencia boxística, técnica y coraje. No ha sido dos veces campeón de Euskadi por casualidad. Todo un boxeador.

También ganó el gasteiztarra Esteban Jiménez. Llegó a la final. Todo un éxito. Y encareció la victoria de su rival hasta el límite. Mantuvo su ritmo de combate, se adueño del centro del ring la mayor parte del ring, tuvo la iniciativa durante la mayoría de los minutos y alterno los ataques al cuerpo con las combinaciones al rostro de su oponente. Al final del segundo round alcanzó con claridad a Larrinaga en dos series consecutivas tras las que vio flotar a un campeón que tuvo que tirar de recursos y recurrir al clinch para llegar a la campana. Al final del tercer capítulo Jiménez cedió la iniciativa en un momento que pudo resultar determinante. “Tenía los brazos acalambrados”, reconoció en el vestuario.

Que alcanzará la final tras abrirse paso a base de KO y que tuviera la victoria al alcance de los puños hacen de Jiménez también vencedor del All Star. Y aún más si se tiene en cuenta que el gasteiztarra cuenta solo 19 años frente a 25 del campeón y que suma un puñado de combates por más de medio centenar de Larrinaga. A todo esto se añade que Jiménez es un peso pluma que estaba probándose en un torneo de ligeros en el que cedía peso. Este subcampeonato ante un experto campeón certifica que Esteban Jiménez es una de las grandes apuestas de futuro del boxeo alavés y vasco.

Domínguez, Núñez y Camiruaga

Andoni Domínguez se las vio con el barcelonés Xavi Mataró, un rival bastante más alto y con mayor envergadura, lo que siempre supone una dificultad en el noble arte. El combate estaba pactado en el límite del peso medio. El bermeotarra no se dejó amilanar y tiró tanto de coraje como técnica boxística. Alternó fintas para acortar la distancia con series de jabs ascendentes, atacó el plexo solar de Mataró y se desplazó en torno al catalán, a quien dominó en todas las distancias. En cualquier caso, Domínguez se tuvo que emplear a fondo porque su rival no dio un paso atrás y plantó batalla de principio a fin del pleito. Victoria a los puntos para un exultante bermeano que muestra así su buena preparación y óptimo momento.

En el límite del ligero, Jon Núñez se midió a un rival muy complicado y con mucho ring, el también barcelonés Moussa Golam. El vizcaíno buscó manos de poder para decantar a su favor un pleito trabado que su oponente iba apuntándose poco a poco. Golam fue dificultando las evoluciones de Núñez a medida que avanzaba el combate, que terminó adjudicándose a los puntos. “Con rivales así de difíciles es como se crece y aprende”, apuntó después Kepa Sabin, un preparador que confía absolutamente en las posibilidades de Núñez.

Jon Camiruaga ganó a los puntos al catalán Ferrán Méndez en el límite del wélter. Buena pelea del de Romo (Getxo, Bizkaia) que mostró excelentes desplazamientos, buenas fintas de cintura y dominio del recto de izquierda. Con el uno-dos y moviendo los pies con soltura Camiruaga controló el combate y apuntó a gran boxeador en cuanto gane experiencia sobre el ring.

Victorias del jarrero Sánchez y “Mateo”

Numerosa hinchada siguió al luchador de Haro, Ander Sánchez, hasta Judimendi para verle debutar como boxeador. Tras 30 combates de K-1, kick-boxing, grappling, muay-thai o jiu-jitsu brasileño, el joven Sánchez (20 años) se medía a si mismo como boxeador en su camino hacia las artes marciales mixtas. Lo hacía en el límite del peso ligero y ante el vizcaíno Youssef Hamid. Sánchez parecía boxear en casa. Subió al entarimado aplaudido y animado por buena parte de la grada. Una afición que no paró de jalearle hasta que sonó la última campana. Qué duda cabe de que se trata de un luchador carismático y querido.

El harense acusó la tensión añadida de competir en una modalidad nueva para él. Pero fue quien se apropio del centro del ring y quien mantuvo la iniciativa durante la mayor parte del combate. Hamid contragolpeó con peligro y mostró valor y riqueza de manos. Al final, victoria a los puntos de un Sánchez muy satisfecho y agradecido a los harenses que se desplazaron a Vitoria-Gasteiz. “Muy contento por toda esta gente”, repetía al bajar del cuadrilátero.

En la misma velada participó el logroñés Ricardo Fernández “Mateo”. El de la capital riojana se midió al barcelonés Israel Pérez en el límite del peso superligero. Combate intenso y con alternativas que también levantó los aplausos del respetable en distintas fases. “Mateo” resultó ganador a los puntos.

Abrieron las hostilidades en el límite del peso gallo Sebastián Portunato y el vizcaíno Jesús Pulido en un cruce que se llevó a los puntos el primero.