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“Karmoun es zurdo, es fuerte y cuenta con un buen récord, pero no creo que tenga más corazón que yo”. Es una de las frases que el bilbaino Andoni Gago (a la derecha en la foto) pronunció en vísperas del combate de fondo de la velada de ayer en La Casilla. Resultó profético. Porque Gago se llevó el combate a base de puro corazón.

Quienes esperaban a un Karmoun frío de salida se equivocaron. El de Asilah y su rincón tenían bien trabajada la pelea. Karmoun se quedó de inició con el de Otxarkoaga en el centro del ring a intercambiar cuero desde el primer “boox!” del árbitro. Dejó claro que es fuerte, está bien preparado y quería ganar. Karmoun se desplaza bien, sabe boxear y le pesa la zurda. Ya había hecho retroceder al local en un par de ocasiones cuando, sobre el tañido de la campana del round inaugural, le alcanzó en el mentón. Gago flotó sobre la punta de los pies en dos pasos hacía el centro del ring. Sin rival, con el público helado, cayó. Escuchando la cuenta, se puso en pie elevado por los gritos del público. Llegó al rincón.

El inició del segundo asalto despejó las dudas de quienes creían que el combate se finiquitaría pronto. Gago compareció perfectamente coordinado y dando evidencias de una recuperación casi milagrosa. A cada minuto se fue imponiendo a un Karmoun que seguía mostrando mucho peligro. El de Otxarkoaga fue obligando al de Maravillabox a retroceder hasta terminar arrollándole. Sin combinaciones claras pero lanzando muchas manos, alternando la media y corta distancia, y los golpes rectos con los curvos por dentro, Gago minó a Karmoun. Ya había dado muestras de sentir el cúmulo de cuero cuando, mediado el quinto asalto, el árbitro le contó de pie. Y Gago no dio opciones de que la campana volviera a salvar a un boxeador en el mismo combate. En una larga serie de golpes obligó a Karmoun a retroceder de un ensogado al opuesto entre el delirio del público. El de Asilah estaba aturdido y aún quedaban demasiados segundos. El árbitro se interpuso con los brazos en alto.
Séptima y épica victoria de un Andoni Gago recuperado de su tendinitis que podría ser donante de corazón.

Molero, aclamado en Bilbao
El semifondo ya levantó al público de sus asientos. Un choque de trenes de principio a fin. El gasteiztarra Asier Molero frente al musculoso ecuatoriano residente en Vallecas, Carlos Caicedo. La presencia de Caicedo impresionó a la grada. Tras los primeros compases, una prolongada serie de cañonazos del vallecano derribó contra las cuerdas al del barrio de Lakua. Molero, además, se dolió de una de sus maltrechas rodillas, pero soportó el castigo hasta ganar el banquito. Nadie podía sospechar que el combate pasaría del segundo asalto. Ni que Molero iría creciéndose paulatinamente a base de ganchos y crochés cortos en el cuerpo a cuerpo. Para el tercer asalto el público ya coreaba su nombre y el árbitro había restado un punto al visitante por emplearse con codos y hombros, de lo que había sido advertido con anterioridad. En el cuarto y último asalto hubo momentos en los que Molero se movió, finto y lanzó manos como si fuera un superwélter y no alguien que está cerca de los 90 kilos. Antes de la proclamación del vencedor por decisión unánime, el público, levantado, ovacionó a Molero (abajo a la izquierda en la foto).

Buen combate entre Denis Sukhanov y Sergio Abad

Denis Sukhanov y Sergio Abad ofrecieron un buen combate que decantó la técnica y variedad del ruso.
El primer combate de boxeo profesional de la noche ya fue del agrado del público. Un Denis Sukhanov presionado por la necesidad de ganar y el veterano Sergio Abad. El ruso de Pamplona fue ganando confianza en su boxeo a medida que corría el reloj y sentía la lona bajo los pies. Abad, valiente y pundonoroso como pocos, mostró continuamente el peligro de su volea de derecha y su izquierda por dentro. Pero la variedad de manos, la movilidad y la técnica del mayor de los Sukhanov (abajo a la izquierda en la foto) resultaron determinantes en un combate en el que ambos boxeadores se quedaron en la distancia de la verdad con frecuencia. Hubo aplausos para ambos.

Boxeo amateur, MMA, Grappling y KickBoxing
En el resto de la velada, Haritz López de Lacalle ganó por puntos al cántabro Rubén Bennet en una auténtica batalla de kickboxing, Iker Cid doblegó por estrangulación a Spartak en grappling en un duelo de totems de las artes mixtas, Aratz Garmendia también se impuso por estrangulación al donostiarra Gontzal Viaga en MMA profesional, mientras que el navarro Axel Cintero también empleó una llave de estrangulación para derrotar al local Rubén Pelu.

En boxeo amateur, victorias por puntos de Jon Fernández ante Xabier Burgueño, Ibon Larrinaga ante Miguel Elorza, Ugaitz Cascales ante Ricardo Fernández “Mateo” y Miguel Gabarri ante Ilian. Todos ellos fueron combates intensos y con alternativas. En la final de los semipesados del campeonato de Bizkaia, Guillermo Rivero se alzó con la txapela.