Darío Pérez
@Ringsider2020

The Ford Center at the Star de Frisco fue el escenario de la velada que organizó Golden Boy Promotions esta madrugada, una gala golpeada por problemas de visados, pesos excesivos y otros factores que nos quitaron dos campeonatos del mundo (Méndez-Buitrago y Félix Alvarado-Erick López) y un gran duelo (Zorrilla-Cano).

El superclase peso wélter Vergil Ortiz Jr (18-0, 18 KO) derrotó al lituano Egidijus Kavaliauskas (22-2-1, 18 KO) por KOT en el octavo asalto. Aunque parecía que el local empezó bien, cerrado de guardia y usando el jab, Ortiz ya exhibía el pómulo inflamado tras el primer asalto. Sorpresa, cambiando la tendencia, en el segundo, cuando Ortiz encajó unos garrotazos de Kavaliauskas que habrían tumbado a cualquiera, aunque el texano eligió quedarse a una guerra que no le convenía teóricamente, pero que le dio rédito cuando a finales del tercer episodio el lituano perdió la verticalidad al recibir dos manos en el rostro.

Avanzaban los rounds, volaban, haciéndose cortos como el que vive algo que le satisface, y no era para menos por las bellas acciones, en la distancia y cuando se arrimaban, de estos dos excelsos deportistas. El jab de Vergil Ortiz acabó de demoler a Kavaliauskas, junto a algún golpe cruzado y al cuerpo, que hicieron del octavo asalto un martirio para el europeo, que cayó tres veces y, casi ya finalizando el round, una cuarta y más dura caída provocó que el árbitro desistiese de contar, con buen criterio. Extraordinaria actuación de Ortiz, que además aprenderá de lo vivido en el segundo asalto a manos de su contrincante y parece preparado para asaltar el cielo del boxeo.

El principal respaldo tuvo al venezolano Roger Gutiérrez (26-3-1, 20 KO) y al nicaragüense René Alvarado (32-10, 21 KO) completando su trilogía tras dos interesantes citas previas, la primera con triunfo del Gemelo antes del límite en 2017 y la segunda ganada por Gutiérrez. Alvarado tuvo mejor puesta en escena, con un Gutiérrez que apenas sacó manos en los primeros asaltos, pero se fueron nivelando los lances hacia la mitad de la pelea y esta resultó más competitiva. El combate no acababa de romper, siendo excesivamente calculadora, sobre todo al compararla con las dos iniciales de la tríada; esto parecía beneficiar a Gutiérrez, más alto y con menos preocupación en una pelea lineal, de ritmo medio-bajo y larga distancia.

Acabó el pleito con ambos luchadores cortados en los instantes finales y bastante igualdad en general, quizá ganando por la mínima Alvarado. Sin embargo, las cartulinas dictaminaron una decisión unánime con 116-112, 116-112 y 115-113 para Gutiérrez, en un combate que resultó mucho menos entretenido de lo esperado.

El campeón del mundo IBF minimosca Félix Alvarado (37-2, 32 KO) peleó a diez asaltos contra Israel Vázquez (10-5-2, 7 KO), sin el título en juego. El hijo de Wilfredo Vázquez sustituyó a Erick López, con problemas de visado, y la IBF no aprobó la disputa del título mundial con este rival para Alvarado. Un round duró este cara o cruz que eligió Vázquez, al que le salió cruz por liarse a palos con uno de los mayores noqueadores de las divisiones menores. Tras varios impactos espectaculares, un gancho al mentón desmontó a Israel Vázquez en otra demostración de poder del Gemelo.

Anteriormente, el superligero George Rincón (12-0, 7 KO) batió al ruso Nikolai Buzolin (8-4-1, 4 KO) tras ocho rounds. El estadounidense fue bastante superior a su oponente en toda la pelea, trabajando con golpes mayoritariamente curvos y solvencia a la hora de convencer a los jueces de otorgar a su esquina los parciales de tres minutos. Así, estos puntuaron la pelea 80-72 de manera unánime.