Daniel Santana
@OscarSantana10

Hoy, 29 de enero de 2019, se cumplen 20 años desde que Francisco Javier Castillejo Rodríguez, para la afición Javier Castillejo “ El Lince de Parla ” se proclamara por primera vez campeón mundial.

Castillejo es nuestro boxeador más laureado, con una dilatada carrera de 21 años de duración en los que compitió en 71 ocasiones, con tan solo ocho derrotas. De esos ocho traspiés, siete fueron con campeones mundiales y uno de ellos, el primero, contra el francés Del Bryan, que posteriormente perdería por el título de Europa por KOT en 10 asaltos ante el cordobés José Luis “ El Cazador” Navarro.

En el año 1993, en el Polideportivo Parquesur de Leganés, Castillejo tuvo su primera oportunidad mundialista, en juego estaba el cinturón de la WBA superwélter que poseía el zurdo argentino Julio César Vásquez, que ya había realizado una defensa del título, hay que mencionar que el tiempo que le llevó ganar y defender el cinturón al “Zurdo ” Vásquez fue de tres minutos con 46 segundos.

El temible pegador argentino cruzó el charco para revalidar su título por segunda vez, una defensa aparentemente fácil para él por su mayor experiencia y constatada valía. Castillejo había disputado 30 combates, pero aún no había peleado por títulos de tanta envergadura, ni tan siquiera el Campeonato de Europa.

“ El Lince de Parla ” era de sobra conocido y ya llenaba pabellones, ese sábado 24 de abril de 1993, ante una cita tan importante no iba a ser distinto. Las cámaras de Tele 5 estaban presentes, aproximadamente a la una de la madrugada, se podría decir literalmente que media España, 3.300.000 espectadores, se encontraban frente a sus televisores viendo el combate, una audiencia extraordinaria, rara vez alcanzada en cualquier otro tipo de acontecimiento deportivo.

El fallo final fue decisión unánime a favor del argentino, Castillejo todavía no estaba listo para ser campeón mundial, pero él sabía que con su inquebrantable voluntad y trabajo duro su día llegaría y estaría preparado.

Su segunda oportunidad de conquistar un cinturón, en esta ocasión el verde y oro del Consejo Mundial de Boxeo, llegaría seis años después contra Keith “ Brooklyn Assassin” Mullings que venía de noquear sorpresivamente al sólido campeón Terry Norris. Durante ese periodo Castillejo ganó el título del Mundo Hispano, se proclamó campeón de Europa, lo defendió en cuatro ocasiones, lo perdió y lo volvió a recuperar.

LLegó el ansiado día, el pesaje previo lo ”ganó ” Castillejo, que dio el peso, 69.700 kg., el límite de la división es de 69,853 Kg. En cambio “El asesino de Brooklyn” como apodaban a Mullings, peso 69,900 kg., se le concedió media hora para intentar conseguir entrar en el límite, al no lograrlo optó por pesarse totalmente desnudo y así poder ajustar cuentas con la báscula.

Comenzó a escucharse por megafonía el “Olé ” de Azucar Moreno, 12.000 aficionados eufóricos llenaban el Pabellón La Cubierta de Leganés, estábamos en casa, se sentía en el ambiente que iba a ser una noche especial, el nuestro tenía mayor experiencia y estaba preparado.

Desde el comienzo quedó claro que el equipo de Castillejo tenía bien estudiado al contrario y que traían una estrategia clara, boxear y no pelear, usar las piernas y el cerebro. En ningún momento el americano estuvo cómodo, quería el choque frontal , pero hábilmente el de Parla entraba y salía desconcertando al campeón. Los peores asaltos para Mullings fueron el quinto y el séptimo donde lo pasó mal, al décimo salió queriendo recuperar el terreno perdido, pero Castillejo se ciñó al plan. No hubo caídas, ni cortes, pero fue un combate duro y trabajado, con un vencedor justo, Francisco Javier Castillejo. Las puntuaciones finales fueron de 116-112, 115-114, 114-114 decisión mayoritaria a favor de Castillejo.

Al finalizar el combate, el madrileño se dirigió al público para agradecer su apoyo y les dijo: “Ya tenéis un campeón del mundo”. Posteriormente afirmó que había ganado el combate “ con inteligencia, gracias a que mi mánager Ricardo Sánchez Atocha y yo lo hemos planteado bien. He demostrado que el boxeo es un deporte de inteligentes y no para brutos”.

Veintiún años hacía que España no contaba con un campeón mundial, el último había sido el cántabro Cecilio “Uco” Lastra, en diciembre de 1977, venciendo por puntos al panameño Rafael “Brujo” Ortega proclamándose campeón del peso pluma.