Darío Pérez
@Ringsider2020

El título WBC superpluma se quedó en la cintura del mexicano Óscar Valdez, positivo por dopaje varias semanas antes, en la velada de esta madrugada en Tucson, Arizona, promovida por Top Rank.

Valdez (30-0, 23 KO) se enfrentaba al aspirante brasileño Robson Conçeiçao (16-1, 8 KO), duelo de exolímpicos invictos como profesionales. Los primeros asaltos fueron bastante igualados pese a lanzar más propuestas Conçeiçao, con ambos intentando dominar con el jab y, desde el segundo, intentando conectar golpes de poder para llevar a los jueces a su terreno y dañar al adversario. El brasileño tuvo momentos brillantes en el cuarto y quinto episodio de los doce reglamentarios, pero Valdez mostró buena capacidad de encaje y nunca sufrió demasiado, pese a ir claramente por debajo en las cartulinas a mitad del pleito.

Sin embargo, tras el ecuador de las acciones, el brasileño empezó a bajar una marcha tanto la contundencia como la eficacia y el volumen de manos, empezando poco a poco a imponerse el campeón y conectar los mejores puñetazos de los asaltos, a lo que se unió el punto restado al retador en el noveno asalto por golpear a Valdez en la nuca. Los últimos asaltos, con ambos púgiles cansados (dando la impresión en ocasiones Conçeiçao de estar incluso exhausto), fueron un quiero y no puedo, con el mexicano dominando el centro del ring y dando la impresión de hacer algo más, aunque el undécimo podría dársele al brasileño.

Pelea dura e igualada, quizás algo mejor a nivel de golpes contundentes el de Nogales, que fue dado ganador con puntuaciones de 115-112, 115-112 (podrían ser aceptables, junto al nulo y la victoria por la mínima de Conçeiçao) y un aberrante 117-110. La polémica no ha abandonado a este envite ni en las cartulinas.

En la pelea por el título mundial WBO mosca, el japonés Junto Nakatani (22-0, 17 KO) despachó en cuatro asaltos al aspirante puertorriqueño Ángel Acosta (22-3, 21 KO). Nakatani mostró su poder desde el primer tañido de campana, llegando con dureza a un sorprendido retador a quien ya le sangraba la nariz en estos primeros tres minutos. Ya en el segundo round, con el aluvión de golpes del nipón, subieron a examinar la hemorragia de Acosta, hecho que se repitió en el tercer parcial y, finalmente, en el cuarto, se pararon las acciones ante la abundancia del sangrado del boricua. Nakatani sigue demostrando que es uno de los boxeadores más fiables en las divisiones de menor peso.

Y gran sorpresa en la victoria de Luis Alberto López (23-2, 12 KO) ante la gran promesa, invicta hasta hace unas horas, Gabriel Flores (20-1, 7 KO), para quien Bob Arum tenía grandes planes de futuro con 21 años (de Flores, no de Arum). Fue inapelable la victoria de López en este combate superpluma, pues dominó de principio a fin, logrando conectar durísimas manos en el rostro de Flores, que terminó inflamado, con heridas abiertas y su esquina, su padre en ella, queriendo parar las hostilidades.
100-90, 100-90 y 98-92 fueron las puntuaciones.