Daniel Pi
@Bastionboxeo

Después de un debut en suelo estadounidense ante Thabiso Mchunu que no estuvo a la altura de las expectativas, el titular WBO del peso crucero Oleksandr Usyk (12-0, 10 KO) logró ofrecer una mejor actuación en su segunda pelea en América, ya que superó solventemente a Michael Hunter (12-1, 8 KO), imbatido púgil que, a pesar de su solidez y resistencia, estuvo a punto de ser derrotado antes del límite en el último episodio. Finalmente, consumidos todos los rounds, los tres jueces otorgaron cartulinas de idéntico 117-110 que le dieron el triunfo al monarca y le permitieron retener su cinto por segunda vez.

En los primeros asaltos Hunter utilizó con destreza y frecuencia el jab para contener a un Usyk que, cauteloso, se dedicó a tantear al retador y a mantenerse activo de piernas atento a las opciones de contragolpe. Dado que el estadounidense sabía que su adversario suele tener comienzos lentos, aprovechó la situación para tirar ganchos al cuerpo que restasen movilidad al ucraniano, al que también sorprendió con algún directo a la contra y breves combinaciones de curvos en heterodoxas ofensivas.

De todos modos, a pesar de este inicio prometedor del boxeador local, el zurdo Usyk tomó la iniciativa desde el cuarto episodio y comenzó a presionar con irregular agresividad con cruzados diestros encadenados con directos y uppercuts o lanzando combinaciones de curvos, obligando al aspirante a desplazarse para no verse en apuros. Aun así, Hunter no tardó en ser estremecido por largas y contundentes series de golpes en todas las trayectorias.

A pesar del castigo recibido, Hunter mostró un encaje sensacional, ya que resistió y respondió una y otra vez a las ofensivas de su oponente, al que alcanzó con su insistente jab y con salteados golpes de poder, aunque Usyk logró bloquear una importante cantidad de puños. En ocasiones, como en el séptimo round, el campeón disminuyó su ritmo, pero los momentos en que Hunter se vio en problemas no dejaron de aumentar, llegándose a un décimo asalto en el que, tras un insistente trabajo al cuerpo, Usyk obligó a agarrarse a su tocado contrincante. Con todo, fue en el duodécimo episodio en el que los apuros del aspirante se tornaron críticos, realizando el visitante un constante hostigamiento sin respuesta ante un Hunter roto, que recibió una cuenta al apoyarse desarbolado en las cuerdas. El tercer hombre debió detener las acciones, puesto que el estadounidense recibió un terrible castigo de manera prolongada, pero, como Usyk, cansado, interrumpió sus ofensivas brevemente, el árbitro erróneamente dejó seguir el combate hasta el tañido final.

La victoria de Usyk le allana el camino para intentar pactar un combate de unificación en otoño, que es la fecha orientativa señalada por su mánager. De todos modos, se espera que antes, a mediados de verano, dispute en Ucrania una pelea ante su público, que no le ha visto boxear desde que se coronó, pudiendo enfrentarse al boxeador mejor clasificado disponible y posible retador oficial, el sudafricano Kevin Lerena.