Daniel Pi
@BastionBoxeo

Disipando cualquier duda que pudo haber generado en sus dos últimas peleas, el ucraniano Oleksandr Usyk (13-0, 11 KO) retuvo con una excelente actuación su corona WBO del peso crucero y superó los cuartos de final del torneo World Boxing Super Series derrotando por nocaut técnico en el décimo asalto al insigne exmonarca Marco Huck (40-5-1, 27 KO), todo ello en una entretenida pelea que cumplió con las expectativas y que parece una gran promesa de lo que debería traer este proceso en los próximos meses.

Tras una puesta en escena de la organización verdaderamente buena que llenó de luces el Pabellón Max Schmeling de Berlín (Alemania), el combate no defraudó, si bien en el comienzo el dominio de Usyk estuvo sustentado básicamente sobre su fenomenal jab. Manteniéndose fuera del alcance de la derecha de su oponente con giros hacia la izquierda de éste, Usyk controló las acciones ante un Huck que erraba sus escasos ataques aislados y que sólo lograba llegar con sus puños en las entradas en clinch.

De todos modos, pronto el oro olímpico fue sintiéndose cada vez más cómodo y comenzó a desplegar todos los recursos ofensivos de los que dispone, escogiendo los golpes astutamente para conectar, entre muchos otros, su uno-dos, directos al torso y ganchos enlazados con variación de altura. Además, mientras dominaba al ataque ejecutaba una gran labor defensiva, no permitiendo que la presión de su rival le encerrase en la cuerdas y bloqueando o esquivando la gran mayoría de derechas de Huck, que se encontró innumerables veces fuera de la distancia por la gran gestión de los espacios de “The Cat”.

Habiendo recibido potentes puños al cuerpo, habiendo gastado bastante energía en esfuerzos baldíos y viéndose frenado por certeros contragolpes, Huck pronto empezó a mostrarse tan anulado como mermado físicamente, llegando para él los primeros apuros de consideración en un cuarto asalto en el cual un recto a la contra del zurdo Usyk abrió la puerta a una peligrosa combinación. Aun así, el alemán de origen serbio siguió probando una vez tras otra sus desordenadas series de directos y otras valientes arremetidas con ganchos para intentar seguir en la pelea y buscar sorprender a su adversario.

Pese a ello, el local cada vez pasaba más instantes de espaldas al ensogado, siendo hostigado con medidas ofensivas de un Usyk que sabía que estaba luciendo, que encadenaba curvos en todas las trayectorias y que se permitió el lujo incluso de bajar sus manos eventualmente. Después de que se acumulasen los momentos de apuro para el extitular y se mostrase afectado por cada directo al hígado, en el octavo episodio Huck tuvo que retroceder precipitadamente estando bajo ataque, acción que terminó con un tropiezo de Usyk que fue aprovechado por su perdido rival para lanzar un puño mientras estaba arrodillado. A continuación el tercer hombre restó un punto a Huck, aunque señaló como motivo la reiteración de golpes bajos.

Sea como sea, la pugna estaba decidida ya, con Huck teniendo problemas para desplazarse y mantener arriba sus brazos, de modo que, tras seguir acumulando castigo en el noveno asalto, en el décimo una larguísima ofensiva de Usyk que no obtuvo respuesta obligó al árbitro a detener las acciones y a dar la victoria al campeón.

Batir en su casa a un boxeador tan ilustre en el peso crucero como Marco Huck, a pesar de que éste esté venido a menos, sería en cualquier circunstancia un éxito sensacional, pero lograrlo además con una brillante actuación en la que controló cada ámbito de la pelea y además lució, resulta sensacional e importantísimo, más aún teniendo en cuenta que Usyk está embarcado en un torneo que no dará excesivo margen entre peleas. Y es que hay que recordar que en enero o febrero de 2018 se medirá en la semifinal al ganador del enfrentamiento entre el campeón mundial WBC Mairis Briedis y el retador Mike Pérez (encuentro que tendrá lugar el 30 de septiembre), a quienes ha demostrado, con una de las mejores victorias de su carrera profesional, porqué es considerado el gran favorito para hacerse con el trofeo Muhammad Ali.