Según escribe nuestra compañera Martha Camina en Marca, Eddie Hearn ha avanzado los detalles de la vuelta al boxeo.
El plan para la vuelta del boxeo a Gran Bretaña ya está en marcha. En declaraciones al Daily Mail, Eddie Hearn, presidente de la compañía Matchroom, avanzó que está dispuesto a poner en marcha varias veladas en el jardín de la sede de Matchroom, en Essex (a unos 60 kilómetros de Londres) (en la foto la mansión y el pryecto de la gala).

Ante la imposibilidad de que se celebren los combates en pabellones cerrados o recinto de grandes aforos, Hearn ha pensado en organizar cuatro veladas en cuatro sábados consecutivos, con cinco combates cada una, en su finca de seis hectáreas. «Queremos sacar lo mejor de esta mala situación y hemos tenido que ser creativos. Hacer un deporte de contacto en un gimnasio cerrado con todo el mundo sudando no es bueno», apuntó Hearn que desvela una inversión cercana a 1.200.000 de euros.

El calendario arrancaría con el duelo por el mundial femenino WBC del superpluma entre Terri Harper y Natasha Jonas a mediados de julio. Acabaría en la primera quincena de agosto con la pelea entre Dillian Whyte y Alexander Povetkin por el título WBC Interino del peso pesado.

La retransmisión televisiva contaría con el apoyo de drones. «Queremos crear un entorno de gladiadores que no solo garantice un espectáculo convincente, sino que también garantice que los boxeadores puedan desempeñarse al más alto nivel. Vamos a convertir nuestra sede en un lugar al aire libre para el boxeo en vivo, con un set completo en medio del jardín y el ring con vistas a Londres», afirma Hearn.

Ya está poniendo en pie los vestuarios para los púgiles y en conversaciones con un hotel cercano para hospedar a los boxeadores. Estos llegarían el martes previo a la velada. Se someterían a un test para comprobar que no tienen el coronavirus. Esperarán 24 horas en la habitación del hotel hasta saber el resultado. Si es negativo podrán iniciar la preparación de la pelea.

Cada noche habrá unas 90 personas en el jardín. Sólo tres personas en cada esquina durante el combate, siempre con mascarillas, así como los jueces. También se darán cita entre ocho y nueve miembros del personal médico y funcionarios de la Junta Británica de Control de Boxeo. Todos viajarán a la mansión en Brentwood con mascarillas. De acuerdo con el protocolo para la vuelta del boxeo, habrá controles de temperatura, no habrá chicas que muestran las pancartas con el número del asalto correspondiente y los cubos de saliva llevarán una tapa.