
Este sábado en el Bournemouth International Centre de dicha ciudad británica, Queensberry Promotions ha organizado una velada con un título europeo donde tenía presencia española.
El español Salvador Jiménez (14-1-1, 6 KO), en su segunda oportunidad europea, era uno de los coaspirantes al cinturón continental superpluma, que estaba vacante. El otro era el británico Ryan «La Piraña» Garner (17-0, 8 KO), que partía como favorito en las apuestas y ha hecho buenos esos pronósticos.
La clave del combate ha sido la diferencia de actividad entre ambos púgiles. Garner lanzó muchas más manos que Jiménez en todos los asaltos, combinando golpes y haciendo que los jueces apreciasen esa mayor frecuencia de golpeo. El vallisoletano nunca perdió la cara al combate ni se vivieron momentos de tensión por impactos duros o caídas, pero buscaba manos aisladas que se quedaron cortas para sus esperanzas de gloria europea.
Pasaron los rounds prácticamente iguales uno tras otro, con algún golpe bajo del inglés que el árbitro debió cortar antes, aunque el tercer hombre no tuvo influencia directa en el resultado. El boxeador español tampoco arriesgó en exceso cuando la última campana se acercaba; hizo un combate digno, valiente, pero lejos de lo que se necesita para vencer en un título de Europa cuando tienes enfrente a uno de los mejores del continente. Los tres jueces dieron todos los asaltos a Garner, un triple 120-108 que no podemos considerar injusto.