Óscar Guzmán y Emilio Marquiegui

Óscar Guzmán
@OscarGuzmanBox

Este es el cuarto intento de artículo, nota o como desee el lector. En los otros tres intentos me salieron escritos realmente extensos, para mí interesantes, pero con exceso de información. La atención en los humanos es cada vez menor, es algo que apenas dura unos segundos, en el mejor de los casos. Cosas de la velocidad a la que vivimos y al uso informático. Todo surge hace escasa fechas, me encontraba vendando a un joven boxeador cuando oí el inconfundible vozarrón de Emilio Marquiegui, director de esta web, entrando en el vestuario, exclamó algo así como: “…hazlo bien que no se note la herradura…” Hacía tiempo que no le veía físicamente y le vi fenomenal. A los presentes nos regaló un bolígrafo con un mensaje muy potente: ESPABOX.COM, A pie de ring desde 1993, 1ª web España-2ª habla hispana mundo.

Ahí es nada, además este año se han celebrado treinta y dos años de la GUÍA ESPABOX, le dije a Emilio que era una hazaña, que nadie había estado en el boxeo español con el mismo proyecto periodístico esa cantidad de años y que el que merecía un reconocimiento era él.

«No ha habido nunca en España un proyecto periodístico de esta importancia y duración en la historia del boxeo»

He repasado revista por revista (desde 1921) diarios, radio, televisión… todo. En Google y con IA (inteligencia artificial) Meta y ChatGpt. La obra de Emilio, en general, es extensísima (no solo la Guía Espabox) si no que abarca todos los campos: obra escrita, radio, televisión e internet. Pero encima hace un cameo en el cine (El crack cero / Jose Luis Garci 2019) y el tipo lo hace bien. No ha habido en España un proyecto periodístico de esta importancia y duración nunca en la historia del boxeo.

Encima del ring los boxeadores se dan un abrazo cuando acaba el combate. Entre bastidores la cosa es más complicada, mucho abrazo no tan sincero y demasiado ego. Pero eso pasa en muchos ámbitos de la vida que he frecuentado. Cuando escribo estas líneas me encuentro, casi catorce años después de la desaparición de mi padre (Elio Guzmán 1943-2011) ordenando todos sus archivos, apuntes, recortes de prensa, libros, revistas, carteles, pasquines, videos… Mi padre guardaba hasta los boletos de la ONCE no premiados. Está siendo una lentísima labor ya que quiero conservar lo valioso y desechar aquello que se pueda. Y es imposible, porque a mi casi todo me parece interesante. Pero miedo me está entrando porque ya he terminado con la habitación que él usaba como despacho y me queda el trastero. Hago esta puntualización porque llevo días paseando por el pasado del boxeo español e internacional y se me ha refrescado la memoria. Leyendo y leyendo artículos y apuntes.

No me olvido de la longevidad del programa emitido por ETB “Boxeo Izarrak” presentado por los fenomenales Pedro Mari Goikoetxea y Manu Maritxalar, pero no pueden hacer la amplísima difusión diaria de tanta información sobre boxeo como Emilio. Son ligas diferentes.

La semana pasada falleció un intimísimo amigo mío de toda la vida tras luchar cinco años contra la maldición de horóscopo (cáncer), pude despedirme de él antes de la sedación. Pude decirle a mi amigo Ramiro lo mucho que le había querido siempre. Tras la muerte de mi padre vinieron muchísimos reconocimientos, que no le hicieron en vida. Y esto es sencillo, cuando te meten en el estuche de madera te reconocen tu valía.

Yo no quiero que pase eso con Emilio Marquiegui y se lo digo con todas las letras:¡¡ENHORABUENA EMILIO!! Te lo has ganado a pulso, eres campeón unificado de tu categoría, has tocado todos los palos y lo has hecho con nota. Treinta y dos años es una pasada. También tengo amigos del mismo ramo que tú, que han hecho cosas prodigiosas, pero hoy te toca a ti.

«Quién nos iba a decir que aquel tipo tan educado y preguntón que empezó a frecuentar las veladas a principio de los noventa iba a ser una pieza importantísima del boxeo español»

Y lo que eleva todavía más tu gesta es la internacionalización de tu página. Aparte de ganar los cinturones has batido récord de audiencia ¡bravo! Y mucho me temo que no vas a parar, no estás golpeado, no has tenido caídas, te desplazas como en las primeras peleas, esquivas con maestría, mantienes tu mandíbula de wolframio… ¡estás entero!
Quién nos iba a decir que aquel tipo tan educado y preguntón que empezó a frecuentar las veladas a principio de los noventa iba a ser una pieza importantísima del boxeo español. Si no existiese Emilio Marquiegui hubiésemos tenido que inventar uno.

Cuando nos diste aquella diminuta primera guía Espabox 1994 la cogimos como un souvenir y pensamos ¡qué ilusión tiene este hombre! cuando los profesionales ya habíamos pasado por la Bibbia del Pugilato, nos habíamos suscrito a distintas revistas internacionales para enterarnos de las cosas y recibíamos aquel mastodóntico anuario de Ralph Citro. Cuando presentaste la de 1995, pensamos, este hombre no ha tenido suficiente… Nos costó aprendernos tu apellido. Además nos invitabas en algún establecimiento a un picoteo y lo hacías especial. En 1996 nos dimos cuenta de que no tenías remedio. Además ya llevabas un tiempo en Eurosport y empezabas en Internet. El resto es historia.

Para aquellos que no le conozcan personalmente, Emilio Marquiegui es un tipo asequible, puedes escribirle o llamarle, siempre te va a contestar. Pero yo es que no puedo ser cien por cien objetivo, yo creo que congeniamos desde el primer momento y luego fuimos compañeros en Marca TV (La noche del boxeo).

Emilio Marquiegui, Óscar Guzman y Jaime Ugarte, en MARCA TV

Emilio, aparte de culto es un tipo educado, eso sí, tiene una agenda por cabeza. Dios no quiera que ocurra una desgracia en una velada, pero si te enteras que después de una velada ha habido un derrumbe, por Emilio no temas, hace minutos que se marchó.

Posee la titulación de Entrenador Nacional de Boxeo, me consta el gran conocimiento que tiene de los reglamentos y su inquietud en aprender. Me honró con su asistencia al primer curso de CUTMAN-DC que impartí, hace años. Nadie le ha regalado nada.

Además siempre viene con un tema, el que toque de actualidad, dándole vueltas y casi llegando a una conclusión pero viene y te pregunta. Es puntual, siempre mantiene una misma línea editorial, que ha sido invariable con los años. Nunca escribe en caliente, o siempre tengo esa sensación.

Nos ha ayudado a todos, ahí lo dejo. Ahora tiene más colaboradores, yo sólo conozco a Darío Pérez y no en persona. Pero hay que agradecerles que están 24/7.
Aparte de lo práctico que es, tiene buen corazón. Hace tiempo que hicimos, junto a Manel Berdonce, una obra de caridad y Emilio aflojó la lana sin problemas. Su humor es para personas inteligentes, sencillo y sin molestar a nadie.

Madrileño y de formación economista, felizmente casado. Hoy no quiero que ponga el titular a mi escrito, como es costumbre en nosotros. Es un especialista, quiero que mantenga el original y mi autoría bien clarita. Es del Atlético de Madrid, nadie es perfecto.
¡¡FELICIDADES, EMILIO MARQUIEGUI!!