Darío Pérez
@Ringsider2020

Buena velada la que hemos vivido esta noche en Dubai, Emiratos Árabes Unidos, pese a que pocas horas antes recibíamos la noticia de que se cancelaba el combate de semifondo, Zhankosh Turarov ante Tyrone McKenna, por indisposición del primero.

El gran atractivo del evento era la lucha entre el neoyorquino Jamel Herring (23-2, 11 KO), campeón del mundo superpluma WBO, contra el norirlandés Carl Frampton (28-3, 16 KO). Frampton, recién ascendido a la división, se veía mucho más pequeño que su rival, un superpluma más natural. Zurdo el campeón y diestro el aspirante, comenzaron las acciones intentando establecer un plan de pelea, que obviamente pasaba para el británico por entrar en la guardia, de brazos mucho más largos, del estadounidense, esforzado en trabajar con la mano adelantada.

Con el paso de los asaltos, especialmente a partir del cuarto, se intensificaron los intercambios y Frampton logró penetrar más en el espacio de Herring, que ofrecía un corte en el párpado que hacía peligrar el futuro del combate. En el quinto round, un recto de contra por parte de Herring mandó al Chacal a la lona, sin aparente daño grave; no le quedaba otra si quería ganar y dañar al neoyorquino, por lo que asumía la acción como una posibilidad más de su táctica. Nuevamente cayó Frampton en el sexto asalto, ya que Herring quería acelerar las acciones para no arriesgar un posible KO técnico si se le agrandaba el corte; tras levantarse dañado el de Irlanda, fue sometido por el campeón en una serie de impactos que hizo a su esquina parar la pelea con el lanzamiento de toalla habitual. Tras la pelea, un emocionado Frampton anunció su retirada del boxeo profesional, agradeciendo a su entorno el apoyo prestado y recibiendo la simpatía del ganador del pleito.

En la pelea coestelar, el veterano supermosca filipino Donnie Nietes (43-1-5, 23 KO) volvía de su parón de más de dos años contra el colombiano Pablo Carrillo (25-8-1, 16 KO). En juego, con diez asaltos de por medio, había un cinto intermedio WBO. Nietes buscó arriesgar lo justo, necesitaba reencontrarse como boxeador a sus 38 años, y fue un poco diésel durante la pugna. El colombiano dio buena imagen buscando la actividad, intentar convencer a los jueces con su volumen de golpeo, pero la precisión de Nietes parecía recordar, en ocasiones, al de sus grandes noches de boxeo, añadiendo la experiencia y la habilidad de colocar sus manos en el momento adecuado. Los diez asaltos transcurridos ante un rival competente le valdrán mucho a un Nietes que quiere incorporarse a los grandes combates de la división. Las puntuaciones de los jueces fueron de 96-95, 98-92 y 99-91 a favor de Donnie Nietes, pecando dos de ellas, cada una por un extremo, de demasiado exageradas.

En las peleas que abrieron la velada, el bronce mundialista kazajo Tursynbay Kulakhmet (3-0, 2 KO) desarboló al venezolano Héber Rondón (20-1, 13 KO) en el primer asalto de su pleito en el peso superwélter a base de ganchos, que mandaron al hispanoamericano dos veces a la lona.

La gran promesa estadounidense y plata mundial en 2019 Keyshawn Davis (2-0, 2 KO) batió al ghanés Richman Ashelley (10-2, 9 KO) en el peso ligero. Empezó un poco al ralentí Davis, animándose poco a poco a lanzar golpes más potentes según le aumentaba la confianza, pero siempre con una defensa bien armada y dinámica. Así, su rival terminó abandonando al final del cuarto round de los seis planificados.