La incertidumbre generada por el coronavirus ha roto los planes de muchos boxeadores. Tyson Fury está obligado a otorgar una revancha a Deontay Wilder, pero una tercera pelea entre ambos podría tener que esperar hasta 2021. Por ello, Fury comienza a plantearse nuevas posibilidades.
“La primera prioridad es hacer que Tyson se cruce con Deontay Wilder, y la segunda prioridad es hacer que Tyson pelee este año. No tengo ningún conflicto con Bob Arum, pero Tyson no va a esperar hasta febrero para pelear, no es lo que quiere. Podría ser una pelea de diez asaltos. No es culpa de nadie que esta sea la situación en la que nos encontramos, pero no puede durar para siempre y tienes que tomar una decisión comercial y por el bienestar de Tyson», declaró Frank Warren, promotor de Fury, sobre el futuro más cercano del púgil británico.