El reinado de Tyson Fury como campeón del peso pesado ha llegado a su fin sin ni siquiera subir al ring, ya que el boxeador británico ha decidido dejar vacantes los títulos de la WBA y la WBO, antes de que finalizase la investigación pertinente tras su positivo por cocaína.
Fury iniciará la terapia para acabar con los trastornos mentales que le han sido diagnosticados, confiando su entrenador en que el ya excampeón mundial regrese al ring en 2017.