Fernando Sanz
@fer_tito_14

El presidente de la Autoridad General de Entretenimiento de Arabia Saudí, Turki Alalshikh, ha lanzado un mensaje contundente que puede cambiar el rumbo de las grandes carteleras internacionales. A través de sus redes sociales, el influyente organizador de la Riyadh Season aseguró que no volverá a permitir peleas donde los boxeadores «corran» sin dar espectáculo. La frase, que rápidamente se viralizó, fue clara: “A partir de este momento, no quiero ver más combates de boxeo tipo Tom y Jerry”.

Tras varias críticas a combates recientes en Arabia Saudí, como los de Saúl «Canelo» Álvarez y Devin Haney, donde se priorizó la estrategia conservadora, se está generando  una gran reacción. Alalshikh, promotor de los eventos de boxeo más lucrativos, busca asegurar combates más emocionantes y competitivos. “No quiero a boxeadores que entren a sobrevivir o simplemente a cumplir. Quiero peleadores con corazón”, sentenció.

Un nuevo filtro para las grandes bolsas
El anuncio tiene implicaciones claras. Los púgiles que adopten estilos excesivamente defensivos podrían quedar fuera de futuras carteleras millonarias organizadas en Arabia Saudí. Alalshikh no mencionó nombres concretos, pero aficionados y analistas apuntan a ciertos campeones mundiales que han protagonizado combates con bajo volumen de golpes y pocas emociones.

En las redes sociales, muchos aficionados expresaron su apoyo a su postura. Numerosos comentarios coincidían en que el público paga por presenciar un espectáculo deportivo, no una evasiva entre contendientes. También existían dudas sobre si se recompensaría la valentía de los boxeadores.

No obstante, esta medida también abre paso a nuevos protagonistas. Boxeadores con estilos ofensivos, combativos y espectaculares podrían destacar en futuras veladas saudíes. Alalshikh dejó claro que priorizará a quienes “luchen con orgullo y corazón”.

Con la mirada puesta en futuros eventos como la esperada pelea entre Canelo y Crawford el 13 de septiembre, la expectación por el nuevo enfoque es muy alta. Habrá que ver si el boxeo de élite responde positivamente a este reto o si surgen posibles tensiones entre promotores, entrenadores y organizadores.