Daniel Pi
@BastionBoxeo

El O2 Arena de Londres (Reino Unido) presenció en la noche del sábado una velada organizada por Matchroom Boxing, y televisada para toda España por DAZN, en la que se produjo un 100% de éxito para los intereses locales, ya que todos los boxeadores británicos salieron con el brazo en alto.

El triunfo más importante para los púgiles del país llegó en el duelo estelar, puesto que, aunque las apuestas estaban bastante igualadas y se esperaba una pelea difícil para él, el peso pesado David Allen (17-4-2, 14 KO) (en la foto) logró superar de nuevo las expectativas y hacerse con una victoria por KO en el tercer asalto sobre el pegador australiano Lucas Browne (28-2, 24 KO).
Inicialmente Browne tuvo mucho éxito con su jab enlazado con su uppercut diestro, pero en el tercer episodio Allen reaccionó con sus golpes curvos y, tras errar su adversario una derecha, asestó un gancho al hígado que puso de rodillas en la lona al visitante, que no respondió durante la cuenta completa del tercer hombre.

Allen, exultante, señaló tras el choque que era una de las noches más importantes de su vida y, después de bromear con la posibilidad de enfrentarse a Anthony Joshua, afirmó estar totalmente dispuesto a medirse a Dereck Chisora o a David Price, quienes son considerados dos buenas opciones para un combate que permitiría al ganador tomar aire en su carrera y pasar a apuntar de nuevo a nombres de relieve.

En cuanto al enfrentamiento del peso pesado coestelar, el exretador mundial Dereck Chisora (30-9, 21 KO) se hizo con una victoria nada brillante ante el kosovar residente en Marbella Senad Gashi (17-3, 17 KO), que entraba a la pugna pagándose por su victoria sobre los 15 euros por euro apostado pero consiguió incomodar a “War”, que finalmente obtuvo un triunfo por decisión unánime y cartulinas exageradamente amplias de 100-90, 100-91 y 99-91.

Dado que el viernes pesó 17,6 kg menos que su adversario, Gashi descartó su habitual estilo agresivo, optando por mostrarse muy dinámico y buscar contragolpes con los golpes curvos. Así, apoyándose en su movilidad ante un Chisora lento, con poca frecuencia de golpeo e impreciso, Gashi, que tampoco fue activo con sus manos, mantuvo igualada la pugna, aunque los jueces sobrevaloraron la eficacia de los salteados golpes de poder del veterano. Sea como sea, Chisora dejó una mala imagen, muy diferente de la dada ante Takam y en la revancha ante Whyte. Muestra evidente de ello es que Chisora ni siquiera dio entrevista tras el combate.

Antes del semifondo, el prospecto del peso wélter Josh Kelly (10-0, 6 KO) sumó un triunfo más arrebatándole la condición de invicto al voluntarioso polaco Przemyslaw Runowski (17-1, 3 KO) que, pese a su tenacidad, no pudo evitar que el olímpico británico se hiciese con una abultadísima victoria por decisión unánime y puntuaciones de doble 100-88 y un 100-89.

Al comienzo Kelly boxeó con tantos detalles de excelente calidad ofensiva y defensiva como gestos chulescos, anotando grandes contragolpes entre esquivas con las manos bajas, fintas y provocaciones. Runowski visitó la lona en el segundo round, pero con mucha valentía no sólo se recuperó sino que aprovechó los excesos de confianza de su adversario para alcanzarlo con aisladas pero nítidas derechas rectas. Como se confirmó tras el duelo, Kelly se lesionó la mano diestra durante la pugna, por lo que dedicó muchos asaltos a desplazarse, jabear y realizar arremetidas casi siempre con su zurda. Aun así, pese a no contar con su puño derecho a pleno rendimiento, logró que el visitante pusiese la mano en la lona en el séptimo asalto y cayese en el noveno con un excelente uppercut zurdo encadenado con un gancho de esta misma mano.

Habrá que esperar para conocer la gravedad de la lesión y si podrá combatir, como esta programado, el 1 de junio en el respaldo del debut estadounidense de Anthony Joshua. En cualquier caso, su entrenador señaló tras el duelo que su objetivo es enfrentarse al campeón de Europa del peso wélter David Avanesyan, con quien Matchroom Boxing ya está negociando conforme al periodo de negociaciones libres decretado por la EBU cuando nombró como aspirante oficial a Kelly.

El segundo duelo del evento dejó la coronación como campeón británico del peso ligero del ya titular de la Commonwealth Joe Cordina (9-0, 7 KO), una de las mayores promesas de la división a nivel mundial que cumplió con lo esperado y dio un recital ante el resistente exmonarca de Inglaterra Andy Townend (22-5, 14 KO), que sucumbió por KOT en el sexto asalto.
Peleando desde la distancia media-larga y mostrando una precisión, unos reflejos y una tranquilidad sensacionales, Cordina usó su jab y posteriormente su uno-dos-gancho a la contra para dominar a Townend que, tras encajar un uppercut zurdo brutal en el sexto asalto, fue hostigado con intensas andanadas hasta que con ganchos al hígado fue llevado a la lona. Antes de la detención, Townend volvió a tocar el tapiz en dos ocasiones por hooks al torso precedidos por series de curvos al rostro.

Proclamado campeón del Reino Unido, el plan para Cordina trazado por Eddie Hearn en la entrevista posterior al encuentro fue claro y preciso como los puños de su púgil: una defensa de su corona y después un enfrentamiento ante el campeón de Europa del peso ligero Francesco Patera.

La velada televisada se inició con el enfrentamiento pactado a ocho asaltos en el peso wélter entre el británico Conor Benn (14-0, 9 KO) y el checo Josef Zahradnik (10-3, 5 KO), pugna en la que el local se impuso por decisión unánime y cartulina única del juez-arbitro de 80-71, tarjeta muy excesiva. Y es que durante la primera mitad la pugna estuvo contendida, con el visitante teniendo más acierto del previsto con sus contragolpes en derecha y gancho zurdo, si bien la superior velocidad y técnica de Benn y su metódico trabajo al torso le permitieron tomar el control definitivo en la segunda mitad, derribar en el séptimo asalto a su oponente y hacerse con el triunfo final.

Tras la pelea, Benn ratificó su deseo de enfrentarse a Josh Kelly, aunque Eddie Hearn aplazó esta posible pelea para el futuro, cuando lógicamente le daría muchísimo mayores beneficios. Una opción más realista señalada por el entrevistador es un posible asalto al cetro británico ante el titular Chris Jenkins, un boxeador completo y duro que le daría rounds de mucha utilidad al invicto Conor Benn, hijo del que fuera campeón del peso medio y supermedio Nigel Benn.