Daniel Pi
@BastionBoxeo

Sobre el papel era el mejor combate del año en la división del peso mosca, y sobre el ring del Takeda Teva Ocean Arena de Nagoya (Japón) el campeón mundial WBO Sho Kimura (17-2-2, 10 KO) y el excampeón del peso mínimo y minimosca Kosei Tanaka (12-0, 7 KO) cumplieron con creces, ofreciendo una formidable pugna. Con todo, aunque el choque estuvo muy contendido y ambos ofrecieron un tremendo esfuerzo, Tanaka se hizo con la merecida victoria por decisión mayoritaria, coronándose en una tercera división de peso y, por lo tanto, igualando el récord de Lomachenko consistente en lograr tres cinturones en tres categorías en el menor número de peleas. Las puntuaciones fueron de 115-113 (la más acertada) y de razonables 114-114 y 116-112.

El enfrentamiento ya se inició sin contemplaciones de ningún tipo, con los boxeadores situados en el centro del ring propinándose ganchos al torso y directos al rostro entre otros puños. No obstante, aunque los intercambios eran igualados, Tanaka utilizaba su superior agilidad de piernas, combinada con una elevada frecuencia, para girar y desestabilizar el sistema defensivo de un Kimura que buscaba el hígado con fiereza e impactaba ganchos zurdos y derechas rectas muy contundentes. A consecuencia de ello, Tanaka inició el segundo round con el ojo derecho enrojecido y sintiendo evidentes molestias, pero eso no lo contuvo ni un ápice, insistiendo con combinaciones de rectos, intercaladas por mejores esquivas.

Así, con entradas y salidas muy precisas, plásticas acciones elusivas, astutos jabs y variadísimas combinaciones de curvos y rectos, Tanaka comenzó a cimentar una ventaja en las tarjetas, aunque Kimura ofreció tremenda respuesta con su uno-dos y con ganchos arriba y abajo, uno de los cuales lastimó ligeramente al retador. Sin embargo, Tanaka aguantó la compostura y sacó poco después un croché zurdo a la contra que estremeció al monarca y lo expuso a una dura ofensiva.

Pese a dichos problemas, Kimura continuó atacando en adelante con muchísima intensidad y luchando por cada round, pero, teniendo ahora él también el ojo derecho afectado y estando su rival más confiado, Tanaka tuvo grandes momentos con una seca derecha recta, hooks de izquierda, ágiles cambios de línea y afilados contragolpes. En el cuarto episodio el exmonarca pudo aprovechar una cierta calma para hacer valer su claridad de manos, pero en el quinto Kimura, que llegó a estar de espaldas a las cuerdas, ofreció una contraofensiva con durísimos ganchos zurdos y directos.

El duelo era una continua batalla con innumerables cruces de golpes, siendo en ocasiones mejores las series de uno y luego las del otro, aunque con superioridad técnica, reflejos y precisión Tanaka se anotó la mayoría de los episodios hasta alcanzar la recta final. Aunque en el octavo y en el noveno Tanaka se mostró algo menos activo para intentar dosificar sus fuerzas pero se llevó la mejor parte, en los tres episodios restantes Kimura, que cuenta con una óptima condición física entre sus principales virtudes, ofreció una sensacional última reacción, basada en el número de golpes. Con ello, Kimura, que tenía ya el ojo derecho cerrado, no sólo controló el tramo final sino que pareció desgastar críticamente a Tanaka en un duodécimo round sumamente emocionante y que terminó con un abrazo entre los dos púgiles y, después, con quien se iba a proclamar como nuevo titular puesto de rodillas agotado.

Puede que, por el margen de tiempo, se pretendiese que el vencedor del combate, o incluso ambos, retornasen a los cuadriláteros en una de las veladas de fin de año, pero después de tal esfuerzo será necesario que descansen hasta inicios del próximo. Kimura sentirá ahora el peso de la decepción, pero, si ya no había margen para las dudas respecto a su valía, después de este encuentro ante una estrella y un prodigio técnico como Tanaka queda aún más certificado que es un boxeador de la élite y capaz de ganar o de ofrecer una pesadilla a cuantos boxeadores hay en los pesos más ligeros. Por su parte, Tanaka sigue agrandando su legado y entra en lucha directa con Cristofer Rosales por ser el número 1 de la categoría, habiendo evidenciado una vez más, además de su destreza boxística, que es un púgil versátil y capaz de resistir el castigo y pelear con garantías en una guerra.