Daniel Pi
@BastionBoxeo

Solamente se prolongó cuatro asaltos, pero el campeonato mundial IBF del peso mínimo entre el monarca filipino Pedro Taduran (14-2-1, 11 KO) y el aspirante mexicano Daniel Valladares (22-1-1, 13 KO) fue una brutal guerra de intercambios en la que ambos boxeadores infligieron más castigo del que en otras ocasiones hay en un combate completo. Desafortunadamente, el público no pudo seguir contemplando tan intenso duelo a causa de un corte padecido por Valladares que llevó a la lectura de tarjetas tras el cuarto asalto, dando los jueces un empate mayoritario con puntuaciones de doble 38-38 y un 39-37 para Valladares.

La pugna, que fue la estelar de un evento organizado en la ciudad mexicana de Guadalupe, ya comenzó con ritmo y cruces de golpes de creciente agresividad, produciéndose un choque de cabezas que abrió un corte ancho sobre la ceja derecha de Valladares, brecha que terminó siendo decisiva para el devenir del encuentro.

Al margen de este percance en el primer asalto y de la abundante sangre que manó del corte durante lo que duró el encuentro, Taduran y Valladares se fueron sumergiendo cada vez más en una pelea de descarnados cruces de golpes y de constantes sucesiones de ataques, en los que el zurdo tagalo impactaba nítidos y potentes directos de izquierda y ganchos al torso y el local replicaba con tenaces series de curvos en todas las trayectorias.

Como Taduran sacudió un tanto la cabeza de su adversario con sus golpes más potentes y controló algo mejor el ring, avanzando tras los ataques rivales para contenerlos, pareció que fue ligeramente superior pero, estando el combate tan contendido y teniendo Valladares un mejor cuarto round (fue entonces cuando el médico de ring le advirtió en una revisión que terminado el asalto detendría la pelea), el empate resulta completamente justificable.

Habiendo concluido el campeonato con Taduran portando todavía su título, este se mostró satisfecho, o al menos muchísimo más que un Valladares decepcionado por este final a su primer duelo mundialista. No obstante, parece lógico, por el espectáculo que estaba ofreciendo el encuentro y por concluir sin un vencedor, que ambos se vuelvan a ver las caras y le otorguen al público un nuevo interesante combate en el que decidir quién es el mejor.