El boxeo es un deporte con múltiples singularidades, para bien y para mal, pero los últimos casos referentes al dopaje ponen de manifiesto que la política por un boxeo limpio debe ser puesta en marcha cuanto antes. Los insólitos casos de positivos que quedan sin castigo alguno, perjudican seriamente la credibilidad de los organismos. En esta ocasión, todo apunta como han confirmado los propios promotores, que Bermane Stiverne peleará con Alexander Povetkin el 17 de diciembre a pesar de haber dado positivo por un complemento incluido en la lista de sustancias prohibidas por la AMA desde 2010. El excampeón mundial, que está inscrito en el programa antidopaje del WBC, admitió tomar esa sustancia inconscientemente, recibiendo un permiso para pelear con el ruso.