José Manuel Moreno
@Josemorenoco

Se enfrentaban en el Colisee de Quebec City el titular del campeonato del mundo del peso semipesado del WBC Adonis «Superman» Stevenson y el retador británico Tony Bellew. De entrada, era patente que mientras Bellew tiene ventaja de estatura, no tiene el poderío físico del haitiano-canadiense. El primer round transcurrió con poca actividad, con un Bellew muy temeroso, que solo se atrevió a sacar su mano derecha en los últimos segundos. Stevenson parecía confiado, con la guardia baja, pero sin encontrar aún su momento. En el segundo round, Stevenson solo sacó repetidamente su jab de derecha, como zurdo que es, mientras que Bellew se soltó en un par de combinaciones que no lograron lastimar al campeón.

El tercer round empezó a poner de manifiesto que la pelea difícilmente podría ir a la distancia. Bellew seguía igual de precavido, pero Stevenson comenzó a meter «bombas» con su izquierda, que eran coreadas por la multitud, que hicieron que el británico llegara a duras penas hasta el final del asalto sin besar la lona. El cuarto asalto fue más de lo mismo, triplicando en número de golpes el boxeador local al visitante, aunque Bellew se mostró más combativo e incluso Stevenson llegó a caer a la lona, pero como producto de un resbalón. Cuatro de cuatro asaltos para el campeón. Era tal la superioridad de «Superman» que en el quinto asalto se permitió hasta provocar y burlarse de su contrario, que aunque intentaba sacar su jab, se mostraba demasiado inferior para pensar en una victoria. En el sexto round, se precipitaron los acontecimientos. En primer lugar, una izquierda tremebunda de Stevenson tiró a la lona a Bellew. Este se levantó y pidió seguir, pero faltando poco más de un minuto para la conclusión del asalto, «Superman» cazó con dos crochés de izquierda a su rival de forma tan contundente, que el árbitro Michael Griffin paró la pelea de inmediato, evitando males mayores a Bellew.

A este se le fueron las fuerzas por la boca durante el pesaje, demostrando no estar a nivel de aspirar a un campeonato del mundo. Y en cuanto a Stevenson, es realmente muy bueno. No se le notan los años, al fin y a la postre debutó con 29 años en el boxeo profesional. Boxea bien, acorta magistralmente el ring, y sobre todo, lo que vale por encima de cualquier cosa en el boxeo: pega como una «mula». Como quiera que en el otro campeonato mundial semipesado, el del WBO, el ruso Sergey Kovalev destruyó en apenas dos asaltos ucraniano Ismayl Sillakh, el gran duelo de pegadores está servido. Probablemente en la próxima primavera, aún sin confirmar fecha ni escenario, se medirán Stevenson y Kovalev. Duelo de pegadores tremendo que hará las delicias de todos los buenos aficionados.