Daniel Pi
@BastionBoxeo

En enero se dijo que se disputaría en marzo, en febrero se señaló que sería en mayo y ahora se especula con la posibilidad de la cancelación definitiva del combate. Este ha sido el recorrido que ha seguido el campeonato mundial WBC del peso semipesado que, en teoría, deben disputar el monarca Adonis Stevenson (29-1, 24 KO) y el excampeón del peso supermedio Badou Jack (22-1-2, 13 KO) el 19 de mayo en el Bell Centre de Montreal (Canadá). Si bien inicialmente los movimientos en el calendario resultaron necesarios por diversos motivos, la última materialización de la pelea depende ahora única y exclusivamente de la voluntad del colombiano Eleider Álvarez.

Aunque el colombiano debería haber sido apartado de su posición de aspirante obligatorio, como se esperaba, cuando no aceptó pelear por un título interino a modo de eliminatoria ante Oleksandr Gvozdyk, el WBC decidió mantener a Álvarez como aspirante oficial de Stevenson. Hay que recordar que “Storm” Álvarez lleva siendo retador obligatorio durante dos años y medio (noviembre de 2015), tiempo en el que, lejos de exigir el cumplimiento de su derecho al mundial, ha cobrado bolsas de step aside o, dicho de otro modo, ha aceptado dinero por permitir que Stevenson realizase defensas voluntarias sin tener que cumplir con sus deberes como campeón ante él.

Dejando de lado el hecho de que toda la culpa de esta situación es del Consejo Mundial de Boxeo por no mostrarse más estricto con el cumplimiento de sus normas, el hecho es que Álvarez ahora está impidiendo que la promotora que dirige tanto su carrera como la de Stevenson (GYM, Groupe Yvon Michel) pueda poner a la venta las entradas para el campeonato del 19 de mayo. Y es que, en una práctica similar a la extorsión, Álvarez está exigiendo un millón de dólares a modo de compensación en sus dos próximos combates y acceder de forma inmediata al mundial ante el ganador del Stevenson-Jack. De lo contrario, hará valer su posición de aspirante oficial para forzar su acceso al mundial y cancelar el enfrentamiento entre Stevenson y Jack, con las mayúsculas pérdidas económicas que supondría ello a su propio promotor.

Así, a poco más de un mes para que se produzca el encuentro, las entradas para el Stevenson-Jack no han salido a la venta y el promotor Yvon Michel está sosteniendo intensas negociaciones con el mánager de Álvarez para conseguir mantener en pie la pugna y limitar las compensaciones que otorgar al retador obligatorio. Con todo, no se puede pasar por alto que el titular interino Gvozdyk es, según las propias palabras del WBC, quien debería medirse a continuación al campeón mundial absoluto.

En definitiva, este es un nuevo culebrón que ilustra los males del pugilismo profesional actual, en el cual un organismo se salta las normas para permitir que un monarca que no quiere riesgos pueda alargar su reinado a costa de un retador obligatorio dispuesto a mantenerse al margen del mundial aceptando acuerdos de step aside, estancando la división hasta que su ambición le ha pedido un paso más. Toda esta situación, favorecida por un promotor interesado en maximizar sus beneficios más allá de lo lógico, deja de momento dos principales víctimas, Gvozdyk y Jack, que pese a hacer todo bien de su parte ven puesto en duda su acceso al mundial por los intereses de otros agentes que se han saltado las normas a sabiendas.