Daniel Pi
@BastionBoxeo

La primera parte de las proyecciones que se hacían de la carrera del prometedor Shakur Stevenson (13-0, 7 KO) (en la imagen) se vio plenamente culminada la pasada madrugada en el Reno-Sparks Convention Center de Reno (Estados Unidos), ya que el estadounidense logró su primera corona mundial capturando el vacante cetro WBO del peso pluma ante el coaspirante Joet González (23-1, 14 KO), que fue anulado por la destreza ofensiva y, sobre todo, defensiva del ahora nuevo monarca. Stevenson venció por decisión unánime y triples tarjetas de 119-109 (justificable).

Pese a que González intentó no ser tan cauteloso al tomar la iniciativa, lo cierto es que sus pasos hacia adelante no eran acompañados por el necesario volumen de golpes, por lo que Stevenson no tuvo a penas problemas para escoger sus puños entre su gran variedad de recursos y mantener a distancia, contragolpear y esquivar a su adversario. Su jab fue seco y oportuno, sus acciones elusivas estáticas y dinámicas fueron eficaces y consistentes, además de acompañadas de excelentes bloqueos, y su directo en ballesta, su uppercut diestro y sus crochés encontraron huecos incluso donde no parecía haberlos.

Así, manejando perfectamente los espacios, gestionando bien el ring y tirando sus fugaces directos al cuerpo que la gente tanto compara con los de Mayweather, Stevenson controló las acciones durante prácticamente toda la pelea, cometiendo principalmente el error de sobreconfiarse y sobrevalorar sus recursos en las cuerdas. Y es que en el séptimo asalto y en momentos del sexto, González logró encerrarlo y descargar contra él series de golpes que terminaron haciendo diana, destacando un croché zurdo que impactó nítido al mentón. Aun así, Stevenson supo ajustar bien y en adelante se mostró mucho más alerta para evitar posiciones de encierro con sus pasos laterales, oportunas diagonales y golpes disuasorios que mantuvieron desdibujado a González hasta el final.

Teniendo una extraordinaria defensa y unos reflejos y una rapidez increíbles, y siendo un plata olímpico estadounidense, todo indica que se va a trabajar para que Stevenson utilice su adquirida posición de campeón mundial para iniciar una campaña hacia el top 10 de todos los pesos, siendo su ingreso en la lista extraoficial la segunda parte de las previsiones que se hacían de su trayectoria profesional cuando sólo tenía unas pocas peleas de nulo relieve.

Con todo, la cuestión sobre Shakur Stevenson no es si tiene talento o aptitudes. La verdadera clave está en si tiene la disciplina fuera del ring y la madurez para no desperdiciar sus cualidades y si quienes dirigen su carrera van a sobreproteger su inversión escogiendo rivales vulnerables o si intentarán buscar la grandeza de forma frontal y directa. Será especialmente esto último lo que condicionará en gran medida qué acogida recibe por parte de los aficionados del mundo y qué peso se da a sus logros, no pareciendo que se vaya a tardar mucho en poder empezar a perfilar qué tipo de monarca es en cuanto a ambición deportiva y no sólo económica.