Daniel Pi
@BastionBoxeo

Han pasado casi ocho meses desde que, en una pelea memorable, Errol Spence Jr. (22-0, 19 KO) batió a Kell Brook en el undécimo round para coronarse campeón mundial IBF del peso wélter, y desde entonces el nuevo monarca no ha vuelto a subirse a un cuadrilátero. Esta situación de inactividad, precedida por otros nueves meses fuera de los rings antes de su combate ante Brook, no ha sido comprendida o aceptada por muchos, que han empezado a matizar precipitadamente las perspectivas que tenían sobre él, señalando que en lugar del vendaval que parecía preparado para revolucionar la división del peso wélter sólo es otro púgil más que piensa vivir de sus rentas con una pelea al año.

Consciente de que es necesario que se exponga mucho más si no quiere perder el enorme impulso que ha acumulado, y sobre todo si quiere forzar a los grandes nombres de la categoría a enfrentarse a él, Spence planea combatir tres veces esta temporada, estrategia que comenzará este sábado en el Barclays Center de Nueva York (Estados Unidos) con un choque ante el excampeón mundial Lamont Peterson (35-3-1, 17 KO). “Quiero ser el último hombre en pie. Quiero vencer al top de la división. Lamont es quien está en mi camino, así que es hora de pelear contra él”, afirmó Spence mostrando inamovible firmeza.

Respecto a la falta de rodaje, el caso de Peterson es mucho más grave, dado que sólo ha disputado un combate en los últimos veintisiete meses, ante el ruso-armenio David Avanesyan, pelea de la que han transcurrido ya once meses. Aun así, éste no muestra ni la más mínima preocupación, afirmando que su constante trabajo en el gimnasio le permitirá estar totalmente preparado desde el punto de vista físico para esta pelea decisiva en su trayectoria: “Si por mi fuese pelearía cada mes. Se que una victoria me ayudará a subirme al ring más a menudo. A veces cuando pierdes en el nivel más alto, otros boxeadores del top no quieren correr riesgos contra ti. Puedo arreglar todo eso en este fin de semana. Mi objetivo es alcanzar el Salón de la Fama. Con victorias ante Spence y el resto de la cumbre del peso wélter llegaré a él”.

De todos modos, incluso aunque su estado de forma sea óptimo, esto sólo será el mínimo requisito necesario para poder mantenerse en la pugna ante el formidable Spence, que será amplio favorito para vencer. Muchos son los factores que están en contra de Peterson, pero destacan especialmente, más allá de su inferior potencia y de haber pasado el punto culminante de su rendimiento, sus terribles errores estratégicos, que han marcado sus actuaciones recientes.

Hay que recordar que ante Danny García favoreció el controvertido veredicto al optar por una total falta de intensidad en el primer tramo, mientras que ante Félix Díaz, entre innumerables oscilaciones tácticas, repetidas veces aceptó intercambios de golpes que ningún resultado positivo tenían para él, a diferencia de cuando boxeaba en línea, librándose de la derrota de forma muy polémica. Así, midiéndose a un boxeador mucho más versátil que él y que tan caros hace pagar los errores, Peterson parte de una muy mala posición, cosa que no ha hecho igualmente que Spence lo subestime: “Muchos no han respondido a la llamada para pelear conmigo. Tengo un cinturón y todavía tengo que retarlos. Lamont Peterson respondió a la llamada como un verdadero peleador. Creo que el combate se convertirá en una guerra. Mucha gente piensa que será una pelea fácil para mí. Pero si conoces a Peterson sabrás que esto va a ser difícil”.

Si consiguiese seguir los pasos mostrados por Brook en la primera mitad de su combate ante Spence, usando su gran jab, manteniéndose dinámico, utilizando sus efectivos curvos de mano adelantada y anotando el directo a la contra, Peterson podría tener ciertos resultados positivos. Con todo, tras los problemas mostrados para mantenerse alejado de Avanesyan, parece improbable que pueda compensar la velocidad de piernas y la capacidad de corte de ring de Spence, que si logra, como él mismo espera, llevar el combate a la corta podría conseguir perfectamente un triunfo antes del límite. Puede que Spence, que quiere mostrar más que empuje y dominar completamente la pugna, se contenga en su avance durante algunos episodios, pero su velocidad, efectividad y ritmo son lo suficientemente superiores como para que pueda imponerse a distancia, con iniciativa o sin ella, de modo que desde los diversos escenarios se considera casi inevitable su triunfo, que le debería llevar a mediados de año a una defensa obligatoria, quizás ante Carlos Ocampo, aunque sin quitar el ojo a Keith Thurman, su principal objetivo.

En la ceremonia de pesaje Spence paró la báscula en 66,678 kg, mientras que Peterson lo hizo en 66,564 kg, ambos por debajo del límite del peso wélter de 66,7 kg, de modo que todo está listo para el enfrentamiento.