Daniel Pi
@BastionBoxeo

Cuando se planteó la idea de un torneo que englobase a todos los mejores boxeadores de una división, el concepto pareció para muchos irrealizable, incluso para los propios púgiles, que lo consideraban más un sueño deseable que una realidad. Con todo, cuando ayer los participantes subieron al escenario del Grimaldi Forum de Mónaco para elegir a sus oponentes en la celebración de la gala inaugural de las World Boxing Super Series, quedó claro que la espectacular iniciativa está en marcha y de forma imparable.

Si hace unos meses se hubiese asegurado que cuatro de los titulares de una categoría y cuatro de los mejores aspirantes se enfrentarían en un único torneo, nadie lo hubiese creído, pero esto es lo que sucederá en la excepcional rama del peso crucero.

Con las inscripciones ya completadas, un panel de expertos seleccionó como favorito número 1 al monarca WBO Oleksandr Usyk (12-0, 10 KO), como favorito número 2 al campeón IBF Murat Gassiev (24-0, 17 KO), como favorito número 3 al titular WBC Mairis Briedis (22-0, 18 KO) y como favorito número 4 al campeón regular WBA Yunier Dorticos (21-0, 20 KO), teniendo que elegir cada uno de ellos, en directo en la gala inaugural del torneo, a su oponente entre los otros cuatro preseleccionados. Sus posibles contrincantes eran el aspirante oficial WBC Dmitry Kudryashov (21-1, 21 KO), el excampeón Marco Huck (40-4-1, 27 KO), el exmonarca Krzysztof Wlodarczyk (53-3-1, 37 KO) y el peso pesado reconvertido Mike Pérez (22-2-1, 14 KO).

En principio, los cuatro boxeadores favoritos debían decidir a sus rivales por orden descendente desde el máximo contendiente al menor, pero se tuvo que hacer una excepción inicial, anunciándose primeramente que la organización del torneo había aceptado que el ruso Murat Gassiev, favorito número 2, se midiese a Krzysztof Wlodarczyk para cumplir con las obligaciones con la IBF, ya que el polaco es su retador oficial y la Federación Internacional de Boxeo no permite flexibilidad con las defensas obligatorias. Dado que últimamente su rendimiento parece estar disminuyendo a pasos agigantados, el retador partirá con pocas posibilidades de éxito.

Posteriormente, sí se siguió el sistema de elección directa, saliendo al escenario Oleksandr Usyk, que tenía el derecho de seleccionar primero por su designación de número 1. Como su mánager había informado a la prensa unos días atrás, éste se decantó por Marco Huck, el boxeador con más renombre y mejor récord de los cuatro no favoritos y ante el cual, por su estilo, debería poder ofrecer una gran pelea, contraponiéndose la agresividad del alemán y la audacia al contragolpe del ucraniano.

En el siguiente turno, ya sin mucho margen de maniobra, el letón Mairis Briedis escogió a Mike Pérez, que no es ya el peso pesado en baja forma de años atrás sino un boxeador más explosivo que se encuentra en un estado físico óptimo, de modo que parece un combate muy bien emparejado y con un excelente equilibrio entre técnica y potencia

Por último, al cubano Yunier Dorticos no le quedó más opción que conformarse con el boxeador restante, el ruso Dmitry Kudryashov, en el que será un brutal choque entre temibles pegadores que parece casi imposible que consuma todos los asaltos.

Por ello, finalmente, los emparejamientos resultantes fueron Gassiev-Wlodarczyk, Usyk-Huck, Briedis-Pérez y Dorticos-Kudryashov. Así, si los cuartos de final ya prometen un espectáculo y emoción en mayúsculas, se dibujan en el horizonte unas semifinales verdaderamente maravillosas antes de una final simplemente épica. Los encuentros de cuartos de final en ambas categorías se producirán en una fecha definitiva por confirmar en septiembre u octubre, con los ganadores de los enfrentamientos midiéndose entre ellos en las semifinales en enero o febrero, produciéndose la esperadísima final en el mes de mayo.

En cuanto a la rama del peso supermedio, el panorama es muy diferente, ya que sólo participará un único campeón mundial. El monarca IBF James DeGale está lesionado, Bob Arum se niega a que el titular WBO Gilberto Ramírez participe en un evento no organizado o dominado por Top Rank, mientras que el cinturón WBC está vacante y uno de sus coaspirantes, Anthony Dirrell se negó a participar en el torneo. Por ello, hablar de que las WBSS servirán para elegir además del indiscutible número 1 crucero al indudable mejor peso supermedio no es posible, si bien el proceso en esta última rama resultará muy interesante por la cantidad de prospectos imbatidos y el ganador recibirá una enorme mejora en su consideración, pasando a jugar un papel trascendental en la lucha por la hegemonía en la categoría.

Al igual que en el peso crucero, el comité de expertos se encargó de nombrar a cuatro favoritos, siendo el número 1 el campeón mundial WBA George Groves (26-3, 19 KO), el número 2 Callum Smith (22-0, 17 KO), el número 3 el vencedor del combate de la próxima semana entre Chris Eubank Jr. (24-1, 19 KO) y Arthur Abraham (46-5, 30 KO), y el número 4 el excampeón del peso semipesado Jürgen Brähmer (48-3, 35 KO). Los boxeadores entre los cuales podían elegir eran el turco Avni Yildirim (16-0, 10 KO), el sueco Erik Skoglund (26-0, 12 KO), el estadounidense Rob Brant (22-0, 15 KO) y el británico Jamie Cox (23-0, 13 KO).

Como número 1 del torneo, George Groves tuvo la primera elección, por lo que se decantó por su compatriota Jamie Cox, al que se alegró de dar una oportunidad pero al que dijo seleccionar por estrategia, al considerarlo el rival más sencillo, cosa que no está demasiado lejos de la realidad, aunque el campeón WBA deberá vigilar con la capacidad para embarrar los combates de su oponente.

Tras esta designación, subió al escenario el favorito número 2 Callum Smith, eligiendo a Erik Skoglund, combate bien emparejado entre dos espigados y hábiles boxeadores, pero en el que el británico, de arrolladora trayectoria durante los últimos dos años, debería imponerse convincentemente.

Dado que en una semana Chris Eubank Jr. y Arthur Abraham se medirán en un choque para decidir quién entrará en el torneo, ninguno de los dos pudo estar presente, de modo que la elección de rival estuvo a cargo de Chris Eubank Sr., que se encargó de la selección tanto del posible rival de su hijo como del de Abraham. Teniendo en cuenta la fama reciente que los Eubank se han ganado, no se esperaba mucho de su elección, pero no seleccionó al boxeador más asequible de los que quedaban, al contrario, escogió al que puede ser valorado como el más peligroso de los no favoritos, un Avni Yildirim que ejerce elevadísima presión y que asegurará una buena batalla tanto para Eubank como para Abraham.

Por último, al alemán Jürgen Brähmer no le quedó más remedio que conformarse con el estadounidense Rob Brant, enfrentamiento entre juventud y veteranía en el que un asentado peso semipesado descenderá una división para enfrentarse a un asentado peso medio que subirá de categoría.

Hay que recordar que en las World Boxing Super Series se repartirán cincuenta millones de euros en bolsas entre los distintos enfrentamientos y que el ganador se llevará el trofeo Muhammad Ali como reconocimiento a sus méritos y logros, afirmándose que esta será sólo la primera temporada de una excepcional iniciativa que podría terminar por revolucionar el boxeo moderno de forma extraordinaria.