Emilio Marquiegui-Marca
@EmilMarquiegui
Aunque parta como favorito el campeón mundial WBO del peso wélter Terence Crawford (37-0, 28 KO), este sábado en el Mandalay Bay de Las Vegas tendrá al rival de mayor entidad de los que se ha enfrentado hasta la fecha, su compatriota estadounidense Shawn Porter (31-3-1, 17 KO).
Un campeón mundial en dos etapas, con sendos triunfos en cada una de ellas, y con victorias y derrotas ante los más grandes de la división wélter.
Porter ha ganado a campeones mundiales como Danny García o el actual monarca WBA, el cubano Yordenis Ugás, mientras que ha perdido solo tres combates, pero en decisiones muy cerradas de los jueces ante campeones como Kell Brook, Keith Thurman o el actual monarca WBC e IBF Errol Spence, con el que forzó una ajustada decisión dividida.
Nunca ha sido arrollado en un cuadrilátero, siempre ha luchado hasta el final, y su empeño es tan agobiante que son sus rivales los que sueñan con la campanada final.
De fuerza física poderosa, a sus 34 años sigue siendo muy agresivo, con un ritmo estruendoso de discoteca en hora punta, presión, resistencia, un problema constante a lo largo de doce asaltos.
Tras una larga y exitosa carrera como amateur con cerca de trescientos combates, debutó en 2008 y cinco años después ya era campeón mundial, siendo su trayectoria de constantes enfrentamientos ante los grandes, jamás ha rehuido a ningún ilustre de la división. Sus peleas son todas como la del día del debut, «hasta que deje el boxeo, daré siempre lo mejor de mí».
Crawford es uno de los mejores de todos los pesos en la actualidad, pero se le achaca el no haber tenido rivales de máximo nivel. Esta vez tendrá una pesadilla en el ring, un púgil con cuatro títulos mundiales y difícil, muy difícil de doblegar. La tenacidad e insistencia de Porter son únicas y se siente maduro, su experiencia y conocimientos le hacen ser más respetado que nunca. Crawford tendrá que sacar lo mejor de sí para poder controlar a Porter, será un combate vibrante.
