Daniel Pi
@BastionBoxeo

Después de tantísimos meses esperando una oportunidad mundialista, por fin este pasado sábado el imbatido colombiano Eleider Álvarez (24-0, 12 KO) tuvo la ocasión de intentar destronar a un monarca, pero éste no fue Adonis Stevenson, al que esperó y esperó sin éxito durante más de dos años y medio, sino el ruso Sergey Kovalev (32-3-1, 28 KO), al que batió por KOT en el séptimo round para capturar el cinturón WBO del peso supermedio y evidenciar el motivo por el que el haitiano-canadiense lo evitó a toda costa a pesar de ser su retador oficial.

Como se esperaba, el enfrentamiento comenzó con ambos centrándose en intentar imponer su jab tanto al rostro como al cuerpo, tratando de conectar también Kovalev su derecha diestra al torso al igual que Álvarez alguna combinación de ganchos. No obstante, pese a la igualdad inicial y lo complicado que es atacar a Álvarez, que cuenta con gran técnica, buenos reflejos y un alcance de 1,92 m, Kovalev tuvo una mayor frecuencia de golpeo, compensando las esquivas del colombiano esencialmente con secos jabs, pero también con algún uno-dos y directos aislados.

Con el combate buscando un dominador, Álvarez intentó poner a prueba la fortaleza mental de Kovalev siguiendo el ejemplo de Ward, recurriendo así a lanzar puños por debajo de la cinturilla, golpear al torso en agarres o incluso cargar todo su peso en un clinch en el que ambos quedaron colgados por encima de las cuerdas. Pero estos intentos de descentrar no parecieron tener grandes resultados, con Kovalev rechazando con sus golpes de poder los ataques de Álvarez en la distancia media-corta y conduciéndolo hacia las cuerdas, donde impactó fuertes ganchos zurdos arriba y abajo.

Así, cuando el encuentro pasó las dudas del primer tramo, “Krusher” comenzó a distanciarse en las tarjetas, cosa que afianzó en el cuarto round dañando a Álvarez con una derecha y descargando contra él posteriormente series de rectos, combinaciones de curvos en corta, derechas rectas y ganchos zurdos, todo ello mientras el aspirante respondía en breves intercambios. A pesar de que dio la sensación de que Álvarez podría ser quebrado, éste resistió y en el quinto asalto la situación se había normalizado, pero en adelante el ruso continuó llegando con su jab, con fuertes hooks de mano adelantada y con derechas, de modo que al llegar al séptimo asalto estaba a un paso de asegurarse la victoria a los puntos en las tarjetas de los jueces, que lo llevaban muy por delante hasta este momento.

Con todo, en el séptimo asalto una derecha larga alcanzó en la sien izquierda a Kovalev, que cayó a la lona aparatosamente, quedando de manifiesto en la reanudación que estaba en demasiado mal estado como para recuperarse. No obstante, no tuvo ni tiempo para intentarlo, ya que por un gancho de izquierda seguido de una derecha volvió a visitar la lona, pareciendo que se detendría entonces el encuentro, si bien se alzó una vez más para ser tumbado definitivamente por un croché de derecha y un uppercut de izquierda.

Por ello, el que ha sido para muchos el número 1 de la división durante casi media década sufría una derrota que ya se está considerando el motivo de un posible retiro de Kovalev y el fin de una era en el peso semipesado. Ciertamente, Álvarez ha sido durante años uno de los máximos aspirantes de la categoría y Kovalev lo estaba derrotando antes de que llegase la mano decisiva, pero el resultado del encuentro y la forma en la que concluyó posiblemente intensifiquen los comentarios que señalan que la carrera del excampeón unificado está terminada. Por su parte, Álvarez, que ha derrotado a boxeadores como Pascal, Bute o Chilemba, logra de lejos el mayor triunfo de su carrera y su primera corona mundial que, ya sin tener que depender de la voluntad de otros, le asegurará tener un papel clave en la lucha por la hegemonía de la división, por la que contenderá con Bivol, Beterbiev y quién sabe si Badou Jack, si éste logra pactar una revancha con Stevenson y esta vez logra salir con el brazo en alto.