
Esta mañana en Japón se ha celebrado una bonita velada en el Ariake Arena de Tokio, la capital, con dos títulos mundiales.
Seiya Tsutsumi (12-0-3, 8 KO) ha arriesgado su cinturón WBA por primera vez frente al excampeón mosca Daigo Higa (21-3-2, 19 KO). Ambos ya se habían enfrentado en el pasado con empate, resultado que volvió a repetirse en esta ocasión.
Los primeros parciales fueron equilibrados, aunque el exceso de arremetidas con la cabeza de Higa, recordando al peor Josh Warrington, provocó un corte en el campeón, que amenazaba con acabar el duelo hacia la mitad. Pero Tsutsumi, pese a la inconveniencia, empezó a ganar asaltos hasta el octavo, donde se vio derribado por el aspirante… para, poco después, revertir la situación haciendo caer al otro participante.
Desde ahí, Tsutsumi dominó, ya que su derribo infligido a Higa había sido mucho más lesivo, imponiéndose en los rounds de campeonato para una victoria relativamente cómoda, en torno a 116-112. Estos últimos instantes fueron muy duros, con la opción de concluir el duelo en cualquier momento ante dos púgiles muy inflamados en el rostro y al borde del desfallecimiento, sobre todo un retador que abusaba del agarre y la testa. Sin embargo, los jueces no estuvieron acertados y dieron un empate unánime, con triple 114-114, por lo que el merecedor ganador del pleito retuvo su corona de manera pírrica.