El combate del peso pesado entre el campeón mundial WBC, Tyson Fury, y el excampeón Deontay Wilder se ha aplazado por varios positivos en el campamento de preparación del británico, se dice que originados por un sparring.

Siete miembros del equipo de Fury, incluido este, han contraído la COVID-19, por lo que el combate, según se ha anunciado, se pospone hasta el 9 de octubre, como fecha más probable. Se da la circunstancia de que el poseedor del título mundial no había recibido las dos dosis de la vacuna, como había asegurado Bob Arum, sino solamente una.

Eddie Hearn ha ofrecido a Dillian Whyte, que preparaba un combate con un rival aún no anunciado para finales de agosto, como sustituto del enfermo, pero no es algo que parezca en absoluto probable, por todas las connotaciones deportivas y extrapugilísticas que tenía el tercer duelo entre Fury y Wilder.