ESPABOX

En la noche del sábado en el Pabellón Francisco Calvo de Barcelona, ante unos 2.800 espectadores, el español Sandor Martín (35-2, 13 KO) se coronó campeón de Europa del peso superligero conquistando el cinturón vacante con un triunfo por abandono en el descanso entre el noveno y el décimo asalto sobre el coaspirante italiano Andrea Scarpa (24-6, 11 KO).

Una victoria brillante e inteligente de Sandor Martín, en la que, sin necesitar arriesgar en exceso, ganó primero técnicamente y luego físicamente, anotándose casi todos los asaltos de forma muy clara.

Martín peleó a placer desde el principio, con el púgil italiano sin lanzar casi golpes, ni siquiera en los dos primeros asaltos, en los que el barcelonés le cedió la iniciativa y sacó buenos contragolpes. Posteriormente, Scarpa fue retrocediendo ante la toma del centro del ringo por Martín, que se creció, anotando golpes aislados y precisos que fueron inflamando poco a poco el ojo izquierdo del italiano. Sin necesidad de presionar mucho a su oponente, Martín fue trabajando metódica y calmadamente hasta que Scarpa, con los dos ojos hinchados, tuvo que abandonar. El noveno asalto fue el más claro para Sandor, en el que hizo pasar serios aprietos al italiano.

Un triunfo histórico para el barcelonés, que demostró su calidad y una gran madurez. Peleando como hoy, puede mantener la corona ante sus próximos rivales.

En el enfrentamiento de semifondo, acordado a la distancia de seis episodios en el peso superligero, Irakli Kurasbediani (10-2, 1 KO) derrotó clara y merecidamente a los puntos a Kelly Figueroa (12-12-3, 7 KO). Kurasbediani llevó la iniciativa y buscó la victoria golpeando arriba y abajo a Figueroa, que aguantó todo el castigo recibido pero que no pudo romper el dominio de su rival.

En el combate que abrió la velada, pactado a cuatro asaltos en el peso wélter, Víctor Vega (0-0-2, 0 KO) y Franklin Varela (23-41-1, 10 KO) sumaron un empate técnico en el segundo round. Después de que Vega venciese el asalto inicial con buenas manos, hubo un cabezazo involuntario en el segundo que posiblemente fracturó la nariz de Varela. Como no había terminado todavía el round y Varela no podía seguir, la pelea acabó con ese resultado de nulo técnico.