Daniel Pi
@BastionBoxeo
Foto: Amanda Westcott/SHOWTIME

Haciendo valer su rapidez, y a pesar de un susto en el último round, el campeón mundial WBC del peso pluma Gary Russell Jr. (29-1, 17 KO) retuvo su corona venciendo por decisión unánime al aspirante obligatorio Joseph Díaz (26-1, 14 KO), que ofreció un buen trabajo al torso y buscó con convicción sus manos de poder pero que no controló adecuadamente los tiempos de su estrategia. Las cartulinas fueron de doble 117-111 y de 115-113.

Con un incesante uso del jab, Russell evidenció en el arranque su increíble velocidad de manos a la vez que enrojeció el rostro de su rival, que trataba de bloquear los golpes y se mantenía expectante, a la espera de la ocasión de impactar sus ganchos, renunciando a lanzar su recto de mano adelantada. Viendo lo comedido que se mostraba el retador, Russell decidió intensificar sus acciones en el segundo asalto, lanzando su uno-dos y ganchos en series que desequilibraron ligeramente a Díaz. De todos modos, éste resistió y contestó, produciéndose intercambios de golpes en la distancia corta que no beneficiaban a Russell, que desde esa posición fue alcanzado por claros ganchos arriba y abajo y uppercuts, llegando a verse desestabilizado.

Dado que no estaba ofreciendo respuesta equivalente a la de su contrincante, Russell realizó un ajuste en el tercer episodio, optando por moverse más hacia los lados tratando de abrir huecos para sus hooks, si bien Díaz replicó con su jab y con golpes de poder al torso. Precisamente estos últimos puños, los curvos al cuerpo, fueron los que mejores resultados le dieron a “Jo Jo”, que en el cuarto y en el quinto round trabajó con ellos con brutalidad, obligando al campeón a desplazarse de forma creciente y cada vez más cerca de las cuerdas.

Con todo, a partir del sexto asalto Russell logró añadir a su cuenta una cadena de episodios, ya que con cortas combinaciones de golpes rectos o curvos sucedidas de ágiles movimientos laterales contuvo las ofensivas de Díaz. Así, con el paso de los minutos, el aspirante terminó por verse neutralizado en gran parte, permitiendo que Russell se olvidase de las dificultades anteriores, tratase de tomar la iniciativa e incluso se atreviese a cruzar golpes en corta.

Sin embargo, en el duodécimo asalto, Díaz, que no había dejado de buscar el torso y había recuperado su jab, impactó un gancho al cuerpo sucedido por una caída de Russell, aunque el árbitro decidió no realizar cuenta. Pese a ello, el titular estaba tocado, teniendo que agarrarse para pasar considerables apuros ante un Díaz consciente de los problemas de su adversario y volcado al ataque. En cualquier caso, este amago de ruptura llegó demasiado tarde, concluyendo el asalto y el combate con la victoria de Russell.

Demostrando una vez más su calidad y su cualidades, Russell venció a un complicadísimo rival como Díaz que, con la buena imagen que dejó y teniendo 25 años, sin duda podrá aspirar a un nuevo mundial en el futuro, pareciendo perfectamente listo para combatir contra los mejores aspirantes del peso pluma. Con todo, aunque el triunfo del campeón WBC es por lo tanto meritorio, tras los problemas finales se hace más evidente todavía que Russell no se puede permitir tanto tiempo de inactividad, mucho menos si su siguiente objetivo es una unificación o buscar una corona en el peso superpluma. Además, cabe recordar que pretende retirarse dentro de unos dos años, por lo que ya no le queda margen para errores, que no sólo cuestionarían la valoración global de su carrera sino que también afectarían a unas ganancias económicas vitales para su etapa después del boxeo activo.