Emilio Marquiegui
@EmilMarquiegui

El excampeón de España y de la Unión Europea del peso supermedio Ronny «El Llanero» Landaeta (16-1, 10 KO), viajó a Dessau (Alemania) con un aviso de siete días para disputar un campeonato de Europa, pero ello no fue problema para dar la cara hasta el final, y sobre todo para ponerlo como excusa, como afirmó al final del combate.

Ronny se encontró bien en todo momento, pero enfrente tuvo al campeón alemán Robin Krasniqi (en la foto) (49-5, 17 KO), con mucha más experiencia, más estatura y envergadura y más picardía. El monarca continental del supermedio supo controlar la pelea, agarrarse si lo pasaba mal, cabecear en momentos puntuales y contar con la ayuda de un mal árbitro como el italiano Guido Cavalleri.

La pelea, celebrada en el Anhalt Arena de Dessau, comenzó con un Landaeta fuera de distancia, un Krasniqi perfecto en su sitio, y un árbitro que perjudicó en exceso al español, castigándole con una cuenta de protección en el primer asalto de una caída que se produjo por un empujón, y sancionándole con un punto menos en el cuarto por golpes en la zona occipital, provocadas también por movimientos giratorios de la cabeza del campeón. Krasniqi se ponía claramente por delante en las puntuaciones, golpeando aisladamente con peligrosos curvos.

Pero Landaeta, bien auxiliado en su esquina por Salvador Heredia, supo que había que quitarle la batuta al alemán y presionarle, algo que consiguió en el tercero, sexto y séptimo, principalmente, pero le faltó recorrido a los golpes, quedaba atrapado en los agarres del germano y en ningún momento pudo lanzar una contra letal ante el espigado campeón.

El Llanero lo intentó pero le faltó más presión en ciertas fases y algo de fuelle al final. Hizo lo que pudo y hay que darle la enhorabuena, en otro combate con más tiempo de preparación quizás podría obtener el triunfo. Dos de los últimos asaltos fueron suyos por tesón y frecuencia de golpeo.

Krasniqi vio el combate con ventaja y se dedicó a moverse cuando era preciso, a agarrarse cuando era necesario y a anular la insistencia del español. Un germano que no pasó grandes apuros y controló a un rival con menores condiciones técnicas.

Las puntuaciones de los jueces fueron unánimes para el campeón, que retiene el título en su primera defensa, el ruso Roman Petrov, que debió estar en la cafetería en la mayor parte del combate, vio 120-107, el italiano Massimiliano Bianco 116-111 y el belga Hughes Helebaut 116-110, mientras que nuestra puntuación fue de 115-111 también para Krasniqi.

Landaeta dio la cara, pero lo puede hacer mejor, confiamos en que sea en la próxima ocasión, tiene boxeo para ello.