Daniel Pi
@BastionBoxeo

Fuese por las lecciones aprendidas en las peleas en el circuito de su país, por el deseo de no dejar margen a la duda peleando como visitante o por no dejar escapar la mayor oportunidad de su carrera, el pasado sábado en el Espace 3000 de Hyères (Francia), el italiano Luca Rigoldi (19-1-1, 8 KO) ofreció una tremenda actuación para sorprender al veterano francés Jeremy Parodi (42-5-1, 10 KO) y, con una victoria unánime en una entretenida pugna, capturar el vacante cinturón de campeón de Europa del peso supergallo. Las puntuaciones fueron de 119-110, 117-111 y 116-113.

Evitando tener que pelear bajo presión, un tipo de combate que no le conviene, y mostrando evolución respecto a sus planteamientos demasiado expectantes del pasado, Rigoldi fue a por la victoria desde el principio y hasta el final, tomando la iniciativa y ofreciendo un altísimo ritmo combativo. Así, Parodi se vio sorprendido y alcanzado por continuas andanadas con cortos rectos zurdos, ganchos diestros, uppercuts y, en definitiva, curvos en todas las trayectorias, logrando Rigoldi con su velocidad, cadencia y precisión anotarse asalto tras asalto hasta la mitad de la pugna.

Y es que, si bien lanzó buenos contragolpes en hook, Parodi no podía responder de la misma manera que su muy agresivo adversario, pareciendo que su ideada táctica se había venido abajo por el inesperado ímpetu del visitante. Con todo, aunque en el segundo y en el cuarto asalto fue estremecido, Parodi trató de realizar ajustes y encontrar contragolpes cruciales, logrando en el sexto y en el séptimo asalto dañar ligeramente a su oponente. Aun así, Rigoldi no estaba dispuesto a soltar la presa, por lo que un Parodi que no sabía ya si desplazarse o tratar de aguantar el centro del ring fue continuadamente superado por el ahora nuevo titular. Eso sí, ambos dejaron asaltos muy duros e intercambios de mucho peligro e intensidad.

A diferencia del púgil que se había mostrado tibio en alguna de sus peleas más importantes del pasado, Rigoldi superó sus fallos para lograr la mayor, más sólida y prestigiosa victoria de su trayectoria profesional, además de una corona continental, ante todo un fogueado veterano, de modo que a sus 25 años se abre una muy interesante etapa en su carrera. Sin embargo, su tendencia a mantener poco tiempo su guardia cerrada y a lanzar continuas series en trayectorias descendentes le exponen enormemente a los contragolpes, abriéndose claras oportunidades para quienes ahora decidan retarlo.