Si hace unas semanas comentábamos la posibilidad de que el antiguo campeón del peso pesado Riddick Bowe volviese a ponerse los guantes para un combate de exhibición, en las últimas horas se ha confirmado la noticia.
Bowe se medirá a un baloncestista, aunque no a Shaquille O’Neal, como se había rumoreado. Será, en su lugar, Lamar Odom, leyenda de los playgrounds neoyorquinos, campeón de la NBA y del mundo con EEUU y uno de los jugadores más versátiles de la competición norteamericana. Su carrera, sin embargo, estuvo marcada por problemas con sustancias como el alcohol y las drogas, y acabó de manera decepcionante jugando algunos partidos en Baskonia.
Como decimos, tanto Bowe (problemas de salud de variado origen) como Odom, con diversos síncopes e ingresos hospitalarios graves, han tenido problemas extradeportivos de diferente índole a lo largo de su trayectoria. Sin embargo, este último ya peleó con Aaron Carter hace meses. Bowe, sin embargo, se ceñirá los guantes por primera vez en unos cuantos años. Dudamos que sea la mejor idea.
