Daniel Pi
@Bastionboxeo

Cuando se habla de una unificación, se tiende a pensar en los dos mejores boxeadores de una categoría enfrentándose en un trascendental duelo para erigirse número uno de la división. Con todo, la unificación de coronas del peso superligero que disputarán este sábado el campeón WBA Ricky Burns (41-5-1, 14 KO) y el campeón IBF Julius Indongo (21-0, 11 KO), en The SSE Hydro de Glasgow (Reino Unido), está muy lejos del arquetípico combate entre monarcas.

Y es que la indudable figura hegemónica de la categoría es el campeón unificado WBC-WBO Terence Crawford, estando este seguido por un grupo de aspirantes que parecen perfectamente capacitados para batir a Burns y a Indongo, que no son dos de los cuatro mejores peso superligero de la actualidad a pesar de la posesión de un cinturón mundial.

Aun así, si bien no recibirá excesiva atención, parece un combate abierto e interesante que llevará al ganador a una pelea de gran ganancia potencial, señalándose como posible una unificación total ante Crawford con los cuatro cinturones en juego. Por otro lado, el vencedor del Burns-Indongo, que se convertirá en el objetivo de todos aquellos púgiles que quieren coronarse sin arriesgarse a enfrentarse a Crawford, deberá hacer frente a un calendario de defensas obligatorias complicado, teniendo que medirse al durísimo Sergey Lipinets por la IBF y al ganador de una eliminatoria entre el excampeón Rances Barthelemy y Kyril Relikh por la WBA.

En cuanto a quién será el favorito, esto no está claro, siendo corta la diferencia que separa a ambos en las casas de apuestas, aunque Burns es quien va por delante, ya que, peleando como local y teniendo en cuenta los polémicos precedentes, queda claro que en caso de que se llegue a las tarjetas muy difícilmente se le escapará la victoria sino es que el visitante lo bate con absoluta claridad.

De todos modos, Burns, aunque no dio una mala imagen ante Omar Figueroa y Michele Di Rocco, llegará a este combate tras una pésima actuación en octubre ante Kyril Relikh, que le superó a base de presión y trabajo y que mereció salir del combate con el cinturón a pesar de la localista decisión de los jueces.

Por su parte, el invicto Indongo consiguió en su última pelea su mayor victoria, en la que, en una de las grandes sorpresas de la anterior temporada, noqueó a Eduard Troyanovsky en el primer asalto, pasando de la noche a la mañana de desconocido a campeón mundial. En cualquier caso, no se debe caer en el error de pensar que el namibio es un mal boxeador por lo azaroso que pudo parecer el triunfo que le coronó. Participante en los Juegos Olímpicos de 2008, el zurdo Indongo es un púgil con gran posicionamiento de piernas, ágil, muy veloz con sus largos directos y, sobre todo, preciso con su mano izquierda en cruzado o directo.

Así, siendo además un boxeador heterodoxo y con una buena defensa, no es para nada descartable que pueda sorprender a Burns, especialmente si éste cede la iniciativa y se mantiene en un bajo ritmo. Sea como sea, la ventaja en experiencia de calidad del británico resulta infinitamente superior y, cuando combate en la distancia media-corta, usa su seco jab y combina ganchos al cuerpo, puede ofrecer un boxeo bastante sólido, por lo que el resultado del encuentro estará decisivamente condicionado por la versión de sí mismo que pueda ofrecer el irregular y tantas veces criticado Burns.

En el pesaje, Ricky Burns marcó 63,140 kg, mientras que Indongo dio 63,185 kg, animando de manera incansable los presentes al púgil escocés.

La victoria de Burns se paga a 1,50€, mientras que la de Indongo a 2,62€. Si quieres apostar con las mejores cuota del mercado, Sportium ha preparado una oferta especial para los lectores de ESPABOX. Pinchando aquí accederás a todas las apuestas disponibles. ¡Suerte!