Daniel Pi
@BastionBoxeo

Con la categoría de los 61,2 kg, el peso ligero, repleta de interés, y existiendo un calendario para intentar lograr un campeón indiscutido (podéis leer un artículo al respecto en este enlace), el próximo viernes en el Pechanga Resort & Casino de Temecula (Estados Unidos) no se producirá un mero campeonato más, sino que se moverá una ficha importante del gran tablero de la división.

En el mundial entre el titular IBF del peso ligero, el pegador ghanés Richard Commey (28-2, 25 KO), y el excampeón mundial mexicano-estadounidense Raymundo Beltrán (36-8-1, 22 KO) estarán en juego tanto la oportunidad de cerrar el año en un gran evento de Top Rank como la posibilidad de disputar una pelea por las cuatro coronas unificadas a principios del próximo año.

Sin adelantar acontecimientos, los dos boxeadores, que se han llevado mazazos por veredictos ajustados y no carentes de polémica, se centran en su gran pelea del viernes, que ya es de por sí un premio que compensa en parte las vicisitudes vividas en el pasado.

Y es que hay que recordar que Commey sufrió una derrota dividida ante Robert Easter en su primer mundial, tropiezo sucedido por otra derrota ante Shafikov que muchos pensaron que enterraba sus oportunidades titulares, si bien el pasado febrero logró finalmente coronarse campeón derrotando en dos rounds a Isa Chaniev, rozando una unificación ante Lomachenko que se perdió por lesión.

Por su parte, Beltrán, que fue considerado en cierto momento una mera piedra de toque, después de su polémico empate en Escocia ante Ricky Burns y ser dominado por Terence Crawford logró una cadena de triunfos que le llevó al mundial WBO vacante ante Paulus Moses, al que derrotó para conseguir su primer título. No obstante, perdió el cinturón en su primera defensa, rebotando de ella el pasado febrero con una victoria contra todo pronóstico ante la invicta promesa Hiroki Okada.

Con todo, no se debe sentir pena por los avatares de Beltrán, que dio positivo por el esteroide stanozolol en su combate de 2015 (en el que se excedió además de peso) ante un Takahiro Ao vencido en dos asaltos y prácticamente conducido al retiro por él. Asimismo, utilizando Arum su poder y una historia manipulada de la vida del púgil, Beltrán ha recibido un trato de favor ante los grandes medios estadounidenses y en su clasificación en las listas mundiales, algo que llega hasta este campeonato, puesto que Beltrán no está situado ni siquiera en el top 15 IBF en la última lista publicada por dicho organismo.

Sea como sea, muchos creen que Commey será el boxeador encargado de derrumbar la última escalada de Beltrán, ya que el monarca, seis años más joven, con 10 cm más de alcance, mucho más veloz de manos y más contundente desde la larga, podría aprovechar el boxeo frontal y agresivo del aspirante para castigarlo de forma sostenida con sus rectos. Aun así, Beltrán no está muy alejado de la cifra de favorito de Commey, puesto que se recuerdan los problemas que éste padeció ante un Shafikov que, como su rival del viernes, es un gran boxeador en corta y que supo manejar bien los ganchos y los reducidos espacios para neutralizar el peligro del africano.

De ese modo y llegando Beltrán de su inesperada victoria ante un Okada que se pensaba que podría vencerle fácilmente con su mejor boxeo, no está nada decidido en este previsto choque de estilos, cuyo desarrollo dependerá en gran parte de qué velocidad de piernas pueda ofrecer el retador.

A partir de las 4:00 h de la madrugada del viernes al sábado, ESPN emitirá para Estados Unidos este mundial, siendo su semifondo el duelo del peso superwélter entre Carlos Adames y Patrick Day, dos top 15 en tres organismos frente a frente de cuyo cruce podría surgir un aspirante oficial, ya que se está intentando lograr la etiqueta de eliminatoria para la pugna.