Darío Pérez
@Ringsider2020
Badía del Vallés acogió esta tarde una velada organizada por el Team Solé en copromoción con Vicious Promotions, con varios combates profesionales de índole internacional.
Volvió Moussa Gholam (16-0, 9 KO) tras una inactividad forzada por la pandemia y algún desencuentro con su equipo, pero la situación pinta mejor que nunca para el marroquí que reside en Cataluña. Su rival era el georgiano Nukri Gamgebeli (10-12, 7 KO). Se pactó a ocho asaltos en el peso superpluma. Y duraron dos minutos exactos las hostilidades, porque un golpe al hígado de su rival, cuyo sonido incluso recogieron las cámaras de la retransmisión, partió al europeo y no le permitió continuar en la pelea. Gran impresión la dada por Gholam en su vuelta a la competición, que puede ser el principio de su ascenso definitivo a la élite.
El combate de semifondo nos trajo al británico Connor Lynch (7-0, 0 KO) contra el gladiador barcelonés Ibán Gallardo (12-10-2, 0 KO), a seis asaltos en el peso wélter. Pelea tremenda donde, al inicio, saltó la sorpresa, porque un croché muy duro a la contra en plena mandíbula del inglés le lanzó a la lona en el primer minuto de contienda. Lynch se recuperó milagrosamente, y devolvió otro golpe curvo a Gallardo, lanzándolo al suelo pero sin cuenta arbitral, en esta ocasión. No solo fue vibrante este capítulo inicial, sino que fue un toma y daca constante, sin tiempo para florituras y buenos ataques por ambos bandos, siendo más constante el de las islas. El quinto asalto fue el de mayores apuros para el local, ya que le entraron manos muy poderosas, que se tragó sin pestañear y, además, hizo un gran último round. Los jueces puntuaron el encuentro 59-55, 58-56 y 58-56 para Connor Lynch, por decisión unánime, puntuaciones justas a nuestro parecer.
Resultados de los anteriores combates:
A cuatro asaltos en el peso wélter, Guido Pitto (27-8-2, 9 KO) se enfrentó al georgiano Giorgi Gujejiani (10-19-2, 5 KO), que fue descalificado en el tercer asalto por la suma de acciones antirreglamentarias. Pitto estaba siendo muy superior desde el primer momento.
En el peso superwélter, el cubano Alberto Martín (1-0-1, 0 KO) se medía al debutante argentino, afincado en España como Pitto, Ismael Flores (1-0, 1 KO), también a cuatro rounds. El combate estaba siendo entretenido hasta que, en el segundo parcial, Flores endosó un tremendo KO con una mano exterior a su rival, que no se levantó ante la cuenta del árbitro.
También en el superwélter, pero a seis asaltos, se medían el británico Sion Yaxley (6-0, 0 KO) y el senegalés Ibrahima Sarr (0-4). El galés conectó las mejores manos desde el inicio y mostró superioridad técnica frente al longilíneo africano, que cumplió con el objetivo de hacer trabajar al teórico favorito. La victoria fue de Yaxley a los puntos, aunque no se anunció el contenido de las cartulinas.
El combate femenino de la velada presentó a la local Eva Díez (2-0, 0 KO) y Consuelo Portolani (1-1, 1 KO), desde Italia. Fue una pelea con mucho ritmo, muy entretenida y con alta actividad, de alternativas y con dos boxeadoras que fueron a Badía del Vallés a llevarse la victoria a toda costa, lo que agradecieron los espectadores. El resultado, tras los cuatro rounds, fue de 39-38, 39-39 y un difícil de justificar 40-36, decisión mayoritaria a favor de Eva Díez.
En la categoría del peso medio, el británico Gerome Warburton (6-0-1, 1 KO) y el panameño Jeffrey Rosales (9-12-3, 2 KO) comprobaron quién era mejor púgil. Los conceptos técnicos y la movilidad del de Gales superaban al centroamericano, pese a no verse golpes de poder claros. Un boxeo muy amateur el de Warburton, que quizá carece de cierta pegada a la hora de llegar lejos en un peso tan exigente. Tras los seis asaltos, los oficiales decidieron puntuar la pelea 58-57, 58-58 y 58-58, con resultado de empate, ante el estupor del inglés, su equipo y quienes comentaban en la retransmisión.
Tras el preceptivo descanso, vino el combate de más octanaje de la noche. En el peso crucero, Aazddin Aajour (4-1-2, 3 KO), marroquí afincado en Barcelona, intercambió cuero con el sueco David Loy (10-2, 4 KO). Combate de poder a poder, quizá más fuerte el local y algo más móvil el escandinavo, protagonizando este boxeo antagónico difícil de puntuar en muchas ocasiones. En el cuarto asalto, un tremendo golpe lateral de Aajour provocó una hemorragia a Loy, ante lo que fue requerido el médico, que decidió terminar la pelea por posibles daños estructurales en la nariz del sueco.