José Manuel Moreno
@josemorenoco

Después de dos aplazamientos de la subasta y de diversos dimes y diretes, parece que ya tenemos fecha para el esperado combate entre el canadiense Bermane Stiverne (24-1-1, 21 KO) y el estadounidense Deontay Wilder (32-0, 32 KO). La pelea será valedera para el campeonato del mundo del peso pesado del WBC. Al parecer, Don King y Golden Boy Promotions han alcanzado un principio de acuerdo para que la pelea se dispute el próximo 17 de enero de 2015. Stiverne se proclamó campeón, tras la retirada del anterior titular Vitali Klitschko, el pasado mes 10 de mayo, tras vencer en seis asaltos a Chris Arreola. Wilder fue ascendido a aspirante oficial por el organismo que preside Mauricio Sulaimán, tras vencer a Malick Scott en Bayamón (Puerto Rico) en apenas minuto y medio de combate. El «Bombardero de Bronce» es la gran esperanza del hegemónico boxeo estadounidense para recuperar una corona que fue suya desde el pionero Jack Johnson hasta el mediocre Shannon Briggs, que perdió la corona en 2007.

Desde entonces, la nada, una auténtica travesía en el desierto para un país acostumbrado a tener un ramillete de dominadores del peso completo a lo largo de la historia. Esta puede ser una buena oportunidad, aunque el desempeño real de Wilder aún sea desconocido, puesto que a pesar de ganar todos sus combates antes del límite, nunca se enfrentó a un rival que ni siquiera le pusiera en apuros. Tan solo dos veces llegó al cuarto asalto, la última en su pelea ante Jason Gavern, en agosto pasado. Wilder, natural de Tuscaloosa, Alabama, tiene 29 años y mide 2,00 metros y Stiverne, nacido en La Plaine (Haití) hace 36 años, mide 1,88 metros. El escenario del campeonato aún se desconoce pero están en las quinielas el Staples Center de Los Ángeles y el flamante Barclays Center de Nueva York.