Daniel Pi
@BastionBoxeo

Este fin de semana los grandes combates de la temporada boxística en Occidente llegarán a su fin, poniendo el broche final en América el evento protagonizado por los hermanos Charlo y en Europa una mayúscula pelea como el campeonato mundial IBF del peso pluma entre los dos mejores boxeadores británicos de la división: el actual titular del citado organismo y división Josh Warrington (27-0, 6 KO) y el excampeón unificado del peso supergallo y exmonarca del peso pluma Carl Frampton (26-1, 15 KO), pelea que estremecerá el Arena de Manchester (Reino Unido).

Este combate y el resto de la velada serán emitidos en España por XTRM a partir de las 20:45 del sábado, mientras que en Reino Unido el evento será televisado por BT Sport en pago por visión a un precio de 22 euros, aunque no será la única velada emitida en esa modalidad en las Islas Británicas el próximo sábado, algo que ha motivado el estallido del promotor Frank Warren, organizador del evento protagonizado por el Warrington-Frampton.

Y es que la otra velada televisada en PPV será la del Whyte-Chisora II, a cargo de la compañía de Eddie Hearn, Matchroom Boxing, quien ha tenido continuas refriegas indirectas con Warren recientemente que han terminado en un choque frontal por el dominio de esta última gran jornada del año para el boxeo británico.

Airado, Warren señaló: “Es estúpido. Nadie gana, es imposible para nadie salir ganador de esto. Uso números hipotéticos: si hay medio millón de fans, 250.000 comprarán uno y 250.000 comprarán otro, no van a poder permitirse los dos. Entonces hemos perdido ambos 250.000. Es estúpido, sin sentido, si ellos tuviesen esa fecha yo nunca iría a por ella. Nosotros no somos los culpables de esto. Es irrespetuoso para los fans. Eso es lo que es. Si te importa el deporte no harías cosas como estas”.

Y continuó criticando a la promotora rival y a su evento: “¿Qué van a ver? A Dereck Chisora, que sólo ha ganado una pelea significativa de ocho en su carrera, y esa fue un puño bingo, un puño de lotería, contra Takam. Y a Dillian Whyte que estuvo disperso ante Parker y que ya ha sido detenido por Joshua. Dicen que es una eliminatoria para enfrentarse a Joshua. Es como el desfile del Lord Mayor, es reciclaje. Son una compañía ecológica, Matchroom, ellos reciclan. Están haciendo lo mismo con Kell Brook y con Amir Khan. Nosotros ofrecemos los mejores peleando contra los mejores, eso es adecuado pago por visión”.

Hearn intentó defenderse afirmando: “No es lo ideal, pero sólo teníamos una fecha en el O2 y SKY quería esa fecha. El 22 no es ideal, porque está muy cerca de Navidad, pero haremos 500.000 ventas (500.000 x 22 euros = 11.000.000 €). No estoy siendo irrespetuoso con el Warrington-Frampton, es realmente una buena pelea. Pero está en una plataforma pequeña y no hará muchas ventas. Me hubiese gustado ir el 15 de diciembre pero no fue posible”.

Regresando a lo que, en definitiva, es lo realmente importante, el duelo entre Warrington y Frampton, éste se presenta tan interesante sobre el ring como crucial es para ambos en sus carreras. “The Jackal” quiere utilizar la pugna para cerrar su recuperación tras la derrota ante Santa Cruz, solidificarse como la figura hegemónica en al ámbito nacional británico sacudiéndose las pretensiones a su trono y volver a dar el salto a Estados Unidos, donde le esperaría en 2019 una pelea de unificación ante el campeón WBO Óscar Valdez (pugna deseada por Bob Arum). Además, incluso se planea un nuevo duelo ante Leo Santa Cruz en la que podría ser una triple unificación.

Por su parte, Warrington, sumamente motivado por su victoria de mayo ante Lee Selby, no oculta el hecho de que quiere la posición de rey de los peso pluma británicos y convertirse en una de las máximas figuras de todos los pesos de su país a costa de Frampton, teniendo ante sí la oportunidad también de surgir como un indiscutible agente en la lucha por la hegemonía de la categoría a nivel mundial si logra el sábado salir con el brazo en alto, cosa que le daría el acceso a él a la unificación ante Valdez.

Así, habiendo tanto en juego, y siendo para los aficionados una pelea tan interesante, no se ha querido esperar al próximo verano para tener un estadio de fútbol disponible, ni siquiera se ha aguardado, como suele ser una costumbre de casi todos los monarcas, a que Warrington realizase una asequible primera defensa voluntaria de su cetro, saltando éste directamente a uno de los choques más difíciles posibles en la categoría.

Siendo la tensión entre los dos púgiles claramente apreciable, Frampton considera que el boxeo de su oponente está hecho a medida de sus cualidades y que Warrington sólo logró vencer a Selby por una extrema deshidratación y malnutrición del ahora excampeón. Por contra, Warrington cree que Frampton ha empezado a declinar y que sus años en el pico de su rendimiento han quedado atrás, deseando además contestar a sus numerosos críticos con un KO que no deje dudas.

Estratégicamente hablando, se espera que Warrington sea el boxeador que presione y que lance un elevado número de golpes y que Frampton sea quien tenga que buscar reconducir el avance de su oponente con destreza al contragolpe, estando las posibilidades de éxito de cada uno supeditas a la efectividad en la ejecución de estos esquemas. Con todo, tanto Warrington ha combatido muchas veces sin iniciativa como Frampton ha aceptado innumerables veces intercambios de golpes arriesgadísimos o ha atacado de forma sostenida.

Por ello, queriendo guardar ambos sus cartas hasta que estén sobre el ring, el desarrollo resulta en gran parte una incógnita, si bien se espera una pelea muy dura (algunos piensan que incluso hasta ir más allá de lo reglamentario) y muy entretenida, asegurando Frampton que no se volverá a repetir la decepción que supuso para los aficionados su choque ante Scott Quigg.