Daniel Pi
@BastionBoxeo

No puede resultar más curiosa la extrema absurdidad y la inutilidad absoluta de los cinturones secundarios de la WBA, que ni tan siquiera cumplen su función cuando estaría contemplada su utilización según las costumbres observadas por los demás organismos, por ejemplo en lo concerniente al cinturón interino cuando un campeón se encuentra impedido para defender su corona.

Y es que mientras la WBA reparte múltiples cintos interinos en divisiones en los que el monarca absoluto se encuentra perfectamente activo y libre de lesiones (por ejemplo, Trevor Bryan interino en el peso pesado o ahora Marcus Browne en el semipesado), en una categoría con tantísimos boxeadores y competencia por un mundial como el peso wélter el monarca absoluto ha estado inactivo casi dos años sin que se le pusiese un titular interino en sustitución provisional, como hacen con cierta coherencia los otros tres organismos.

De todos modos, obviando este asunto y el hecho de que es increíble que se haya mantenido como campeón a un boxeador que no pelea desde marzo de 2017 (intentar buscar sentido en la política de múltiples titulares de la WBA y en las decisiones de ese organismo es una quimera y una perdida de tiempo), el caso es que el monarca mundial del peso wélter de la Asociación Mundial de Boxeo, el estadounidense Keith “One Time” Thurman (28-0, 22 KO), regresará a los rings este sábado en un evento organizado por Premier Boxing Champions en el Barclays Center de Nueva York (Estados Unidos).

Así, las preguntas tantas veces hechas respecto a cuándo se producirá su retorno o, incluso, las que se cuestionaban si alguna vez volvería a los cuadriláteros, han quedado contestadas, pero no ha habido todavía réplica a otro interrogante de casi tanta trascendencia: ¿en qué estado volverá Thurman?

Con cualquier boxeador que vuelve después de un parón, incluso de uno no tan largo, la pregunta sería razonable, pero muchos aficionados y muchos de sus fans se cuestionan esto por dos motivos añadidos, siendo uno la operación en el codo derecho (retirar depósitos de calcio y aristas de hueso) a la que fue sometido en abril de 2017 y otro las larguísimas vacaciones en Nepal, en las que aprovechó para casarse, y que fueron sucedidas por innumerables aplazamientos de su retorno, algunos por lesión, otros injustificados.

Dado que el tiempo de recuperación tras su intervención quirúrgica era de seis meses, en teoría, Thurman ha estado fuera de los rings un año y tres meses más de lo esperado, estando planeado su regreso inicialmente para comienzos de 2018 aunque, en la práctica, dicha temporada quedó en blanco para él. Por ello, brotaron todo tipo de rumores sobre si había perdido la ambición o incluso su interés por el boxeo, llegándose a producir habladurías que indicaban que por razones espirituales, o por la comodidad de su vida de casado y fuera de los arduos entrenamientos, sumado al hecho de que a su esposa no le gusta el boxeo, jamás volvería a combatir profesionalmente.

Para contestar a todo ello, Thurman indicó: “Estoy extremadamente emocionado por volver al ring. Quiero hablar más con mis manos que con mis palabras y callar a mis detractores, que piensan que Keith Thurman ha perdido su pasión y sus habilidades en el boxeo. Creo que soy el mejor peso wélter del mundo y espero mostrarlo el 26 de enero con un KO. Pretendo tener un año tremendo y demostrar por qué motivo soy el número 1”.

Para mantener la hegemonía que considera que posee, Thurman proyecta pelear más tarde en la temporada ante Pacquiao o Porter, aunque no así con Spence o Crawford, para los que dice querer esperar hasta 2020. Sin embargo, los proyectos a tan largo plazo en el boxeo no son nada recomendables, ya que se podría encontrar con la oposición frontal a ellos de su rival este sábado, su compatriota Josesito “The Riverside Rocky” López (36-7, 19 KO).

Habiendo caído en los últimos seis años ante Andre Berto, Marcos Maidana, “Canelo” Álvarez, en los tres casos antes del límite, y por decisión ante Jessie Vargas, es indudable que López tiene gran experiencia de calidad pero, siendo su única victoria destacada la lograda ante Víctor Ortiz en 2012, son mayoría los que piensan que sus opciones ante Thurman son casi inexistentes, y así lo reflejan las apuestas, aceptadas para este combate extrañamente tarde.

No obstante, López es un boxeador muy aguerrido y agresivo, que tiene fuertes comienzos, en los que acorta rápido la distancia y lanza potentes combinaciones de curvos, especialmente al torso, por lo que su entrenador, Robert García, y algunos otros piensan que podría sorprender a un boxeador que ya fue víctima de un susto ante Luis Collazo y que llega a este encuentro lejos de lo que serían condiciones óptimas. Así, la pelea tiene una cierta dosis de interés por ver si la preparación mental y física de Thurman podrá manejar el alto ritmo de su retador, si bien se piensa que “One Time” tiene la suficiente inteligencia de ring y la pegada para aguantar los envites iniciales y castigar decisivamente al contragolpe a un López cuyo encaje es cuestionado.

La emisión para Estados Unidos por FOX y FOX Deportes dará comienzo a las 2:00 de la madrugada del sábado al domingo en hora peninsular española, contando la retransmisión con el crucial combate para las aspiraciones del invicto peso pesado polaco Adam Kownkaci (18-0, 14 KO) ante el exaspirante mundial estadounidense Gerard Washington (19-2-1, 12 KO) y la eliminatoria WBC del peso pluma entre el plata olímpico mongol Tugstsogt Nyambayar (10-0, 9 KO) y el dominicano Claudio Marrero (23-2, 17 KO), encuentro que decidirá al retador obligatorio de Gary Russell Jr.