Daniel Pi
@BastionBoxeo

Sin duda, lo preferible, lo ideal e incluso, objetivamente hablado, lo justo hubiesen sido unos tiempos totalmente diferentes para acercarse a una pelea de tantísima importancia, pero las casualidades del boxeo, que tan imprevisibles hacen a veces las asignaciones de las oportunidades, y especialmente las de mayor trascendencia, han hecho que Ronny Landaeta (16-0, 10 KO), coronado campeón de la Unión Europea del peso supermedio hace sólo un mes, acceda con menos de una semana de antelación a su primer campeonato de Europa.

Y es que este sábado, el mismo día en que Kerman Lejarraga expondrá su corona europea del peso wélter ante Frankie Gavin, Landaeta intentará capturar como visitante el título del peso supermedio de mayor importancia continental ante ni más ni menos que el monarca Robin Krasniqi (48-5, 17 KO), exretador mundial nacido en Kosovo pero de nacionalidad germana que será apoyado, en el repleto Anhalt-Arena de Dessau (Alemania), por una enfervorecida masa de seguidores kosovares, que le tienen en enorme estima por ser su figura más destacada en el pugilismo.

Que Landaeta estaba a las puertas de la disputa del campeonato de Europa era evidente, pero ha sido la súbita cancelación de la defensa voluntaria que iba a realizar Krasniqi, por enfermedad del retador Stefan Haertel, lo que ha precipitado esta ocasión para el excampeón de España, que ha vuelto a mostrar una enorme valentía y un deseo de afrontar el reto que se presente sin excusas. Es cierto que se puede pensar que, por edad, el invicto Landaeta no tiene mucho margen para rehusar oportunidades, pero perfectamente podría no haber aceptado esta pugna, además lo podría haber hecho sin que se le pudiese reprochar nada, e igualmente haber accedido al campeonato de Europa unos meses más tarde.

Con todo, a diferencia de otros púgiles, que llegan a rechazar peleas porque consideran que uno o dos meses no son suficientes para preparar una pugna de menos dificultad que esta, con unos días de antelación ha dado un paso adelante lleno de arrojo para disputar la mayor pelea de su trayectoria hasta la fecha y surgir como rival de última hora de un boxeador nada sencillo.

Realmente, Robin Krasniqi (cuyo nombre de pila real es Haxhi) es un agente relevante en el peso supermedio del ámbito europeo, habiendo realizado peleas contra campeones como Arthur Abraham, Jürgen Brähmer y, en el punto culminante de su carrera, disputando el mundial ante Nathan Cleverly.

No obstante, en esos tres combates cayó derrotado de forma muy clara, siendo pocas sus victorias relevantes más allá de la lograda en junio en su proclamación como campeón de Europa ante Stanislav Kashtanov y de sus triunfos ante duros púgiles, pero de nivel medio-alto, como Oleksandr Cherviak, Cagri Ermis o Dariusz Sek que, eso sí, le ofrecieron no pocas dificultades. Además, su citada mayor victoria ante Kashtanov se produjo empañada por una gran controversia, ya que fueron muchos los que vieron a Krasniqi perder.

Es precisamente esa pelea la que puede servir a Landaeta como una referencia para lograr el triunfo, y no sólo por el hecho de que dejase bien claro que de llegar a las tarjetas perfectamente los jueces podrían sobrevalorar la actuación del boxeador local. En dicha contienda se pusieron nítidamente de manifiesto las virtudes y los defectos de Krasniqi, que es un púgil muy veloz de manos, bastante alto y con brazos largos, móvil y que cuenta con un buen boxeo en larga y una efectiva derecha recta pero que en las segundas mitades ve su rendimiento diluirse exponiéndose a los golpes de poder sin ofrecer conveniente respuesta ofensiva, de modo que se abre una evidente oportunidad para los peleadores agresivos.

El esquema de la pelea ante Kashtanov se ha repetido varias veces a lo largo de la carrera de Krasniqi, por ejemplo, también ante Arthur Abraham, por lo que no parece una especulación nada osada esperar que de nuevo el titular se muestre tremendamente peligroso en los primeros compases, no ofreciendo ningún plano claro, lanzando rápidos jabs y amenazando con su uno-dos y variados pero aislados golpes de poder en croché zurdo, uppercut diestro o derechas rectas. Pese a ello, si Landaeta logra evitar en la medida de lo posible los directos de izquierda de su oponente y bloquea sus puños más potentes, más pronto que tarde podría terminar por ver como Krasniqi disminuye su ritmo y se abre una puerta para que pueda hostigarlo duramente con un intenso trabajo.

Evidentemente, las peleas a este nivel son todas muy complicadas, más aún si los entrenamientos específicos en casa para esa contienda duran sólo unos días y son sucedidos inmediatamente por los preparativos del viaje, el cansancio del desplazamiento, los compromisos con la prensa del país y el pesaje, todo ello encadenándose a paso vertiginoso.

Sin embargo, Landaeta estaba preparándose ya para una nueva pugna programada para el 8 de diciembre en Málaga y es todo un profesional que se toma muy en serio su carrera, de modo que su estado de forma no debería ser un problema y debería poder dar el peso, de hecho nos cuentan que está con 76,900 a tres días del combate. Asimismo, aunque no tendrá que acarrear todas las desventajas de los desplazamientos, Krasniqi también deberá amoldarse a un oponente, estilísticamente hablando, sumamente diferente de Stefan Haertal y no está muy claro que, habiendo militado tantos años en el peso semipesado, pueda marcar el peso supermedio sin sufrir de más.

Por otra parte, al margen de dichas dificultades, Landaeta parece poseer todas las armas para poder incomodar a Krasniqi, como una gran fortaleza, una mayor resistencia a los golpes, una pegada muy superior y un boxeo en la distancia media-corta enteramente mejor, por lo que ante un adversario que sufre desmedidamente contra los boxeadores que le presionan con firmeza y que, pese a no visitar la lona, es estremecido con relativa sencillez, el español de origen venezolano, si puede ofrecer una buena versión de su boxeo, tiene una evidente opción de triunfo, aunque se verá obligado a no dejar a los jueces la tarea de decidirlo.

Para ilustrar que las posibilidades de éxito no son una mera especulación subjetiva, vale la pena mencionar que la ventaja en las apuestas de Krasniqi sobre Landaeta es sólo ligeramente mayor que la que se otorga para el interesantísimo Frampton-Warrington.

EL COMBATE SE PODRÁ VER EN GOL EL SÁBADO EN DIRECTO A PARTIR DE LAS 22,30-23 HORAS.

La victoria de Krasniqi se paga a 1,22 € por euro apostado, mientras que la de Landaeta a 3,75 €. Además hay opciones para apostar a múltiples resultados del combate.
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