Daniel Pi
@BastionBoxeo

Este marzo será uno de los meses más importantes que ha vivido el boxeo femenino profesional español que, en su ascenso hacia cotas que no había alcanzando previamente ni en número de boxeadoras ni en adquisición de oportunidades y títulos, afrontará tres importantísimos hitos.

Primeramente le llegará el turno a Eva Naranjo (12-0, 3 KO), que el próximo sábado 2 de marzo retará en el Gimnasio Solidaridad de Fresnillo (México) a la campeona mundial WBC del peso gallo, la top 10 de todos los pesos y figura histórica del boxeo femenino Mariana “Barbie” Juárez (51-9-4, 18 KO). Tan solo una semana después, será el momento de Joana Pastrana, que realizará el sábado 9 de marzo en Moralzarzal la segunda puesta en juego de su cinturón mundial IBF del peso mínimo ante una durísima mexicana como la seis veces retadora mundial Ana Arrazola. Finalmente, dos semanas más tarde, Miriam Gutiérrez asaltará el trono vacante de monarca europea del peso ligero el viernes 22 de marzo en Torrelodones ante Sam Smith.

Este interesantísimo calendario para el pugilismo femenino, pese a ser sensacional por otorgarle a nuestras boxeadoras peleas de muchísimo relieve, implicará una enorme carga de exigencia, especialmente para Naranjo, que difícilmente podría haber tenido como primera toma de contacto con la élite de la división del peso gallo a una adversaria más temible por experiencia, cualidades boxísticas y por posición económico-promocional.

Lo que primero salta a la vista respecto a Juarez es el hecho de que ha sido ni más ni menos que quince veces campeona mundial, habiéndolo sido en ocho ocasiones del peso mosca y en siete ocasiones del peso gallo. Además, “La Barbie” ha pugnado en 64 pugnas o 475 rounds en sus más de 20 años como boxeadora profesional.

Asimismo, en cualquier repaso a su sensacional recorrido, más allá de las cuestiones numéricas, es necesario centrarse en los nombres de sus adversarias, entre los que se pueden encontrar quince campeonas mundiales como Ana María Torres, Esmeralda Moreno, Irma Sánchez, Maribel Ramírez, Simona Galassi, Gabriela Bouvier, Arely Muciño, Shindo Go, Ava Knight, Tenkai Tsunami, Melissa McMorrow, Naoko Fujioka, Daniela Bermúdez, Catherine Phiri o Susie Ramadan, derrotándolas a todas ellas menos a Torres, Fujioka, Knight y Bermúdez.

Expuesto este plantel de boxeadoras del máximo calibre e incluso de algunas top de todos los pesos cuyos nombres podrían pasar a la historia del pugilismo femenino en mayúsculas, quizás no vale la pena insistir en nada más para exponer el reto que supone Juárez, si bien cabe mencionar que, hablando de su estilo, es una boxeadora de corte bastante agresivo aunque versátil, con gran uso de los golpes de poder curvos y que cuando se le da margen para sentirse cómoda y conectar sus manos se crea una bola de nieve cuesta abajo muy difícil de detener.

No obstante, más allá de su récord espléndido y de sus cualidades se deben tener en cuenta varios factores más. En su larguísima carrera en el boxeo rentado, iniciada en 1998, Juárez ha acumulado el desgaste de temibles batallas, por lo que en varios momentos en los últimos años ha padecido salteados pero graves bajones de rendimiento que han hecho sugerir a muchos que podría estar en el declive definitivo de su carrera, si bien cada vez ha tenido recuperaciones casi milagrosas en peleas posteriores que han mantenido vivas sus aspiraciones.

En esta misma línea, en la de la pérdida de nivel, no se debe pasar por alto que Juárez ha sido el lado favorecido en diversos veredictos más que polémicos, pareciendo muchas veces que cuando su oponente ofrece una resistencia superior a la prevista o ejecuta un plan de batalla que rompe sus esquemas, sus ajustes no han llegado de la manera esperada, convirtiéndose sus enfrentamientos en un suplicio, ya que su boxeo no es de una excesiva profundidad táctica.

Es por ello que Naranjo, que ha tenido un recorrido extenso y muy exitoso en muay thai y en otras disciplinas de combate, pese a no poder equiparar su bagaje profesional en el noble arte en cantidad ni calidad, tiene una posibilidad de generar complicaciones, puesto que es una púgil hábil y capaz en aspectos estratégicos y tácticos, además contando de su lado con el factor sorpresa.

Seguramente, el equipo de Juárez habrá considerado que, por su limitada cantidad de peleas de boxeo y por el nivel de sus oponentes por debajo del top 15, Naranjo supondrá un reto no excesivamente difícil para la campeona, que en su última pelea ante Ramadan, pese a imponerse con claridad, volvió a dejar muestras de que ya no combate como antaño, haciendo resurgir las siempre presentes habladurías sobre la materialización de un retiro con el que ha amagado muchas veces pero que siempre ha aplazado.

No obstante, aunque cuando ha afrontado los mayores retos ha estado a la altura casi siempre, en diversas ocasiones en las que la mexicana disputaba en teoría una pelea fácil ante una rival escogida para sumar una victoria más, las cosas se le han puesto muy cuesta arriba totalmente contra pronóstico, por ejemplo ante la japonesa Riyo Togo o la argentina Vanesa Taborda, sufriendo ante la primera una dura derrota en el round inicial y ante la segunda una victoria y un empate sumamente controvertidos.

Así, Naranjo deberá tratar de explotar esas brechas preexistentes e intentar volver a sumergir en un escenario inesperadamente complejo a Juárez (que no maneja bien la frustración sobre el ring), para lo cual deberá, antes de nada, quitarse el tensísimo jab de la azteca, un arma peligrosísima con la que apoya gran parte de sus victorias junto a su poderoso directo diestro. Por otra parte, la española deberá intentar recurrir a una constante actividad y a una alta cadencia de golpeo, ya que, aunque cuando ataca Juárez se muestra intratable, ésta es mucho más vulnerable cuanto es sometida a un consistente y recurrente fuego enemigo, no siendo precisamente el contragolpe su mejor recurso.

Asimismo, Naranjo deberá intentar apoyarse en sus buenas combinaciones de curvo zurdo y directo diestro, con las que perfectamente podría alcanzar a una Juárez que, pese a sus cualidades técnicas, suele dar prioridad a los ataques. Finalmente, la retadora tendrá que tener una cautela extrema en las transiciones de posición ofensiva a defensiva, dado que Juárez es tremendamente efectiva en los intercambios poseyendo la iniciativa.

Esperar que la pelea sea sencilla es un total desacierto, siendo también erróneo considerar que la derrota de la titular será el resultado más probable, y no sólo por las capacidades de ésta, también por los elementos político-económicos del boxeo, al estar siempre presente la posibilidad de una pelea entre Juárez y Jackie Nava, cancelada a última hora el pasado octubre, que podría darle mucho dinero a las dos máximas promotoras mexicanas y a las dos mayores televisiones y que posiblemente sería truncada definitivamente si no sale con el brazo en alto este sábado.

En cualquier caso, se equivocaran los que piensen que Naranjo no tiene ninguna opción de generar complicaciones a la monarca, puesto que si se apoya en un elevado dinamismo, la martillea con los rectos y evita ofrecer planos claros tiene a su alcance la opción de volver a situar a Juárez en esa posición estratégicamente desfavorable que tanto le incomoda. Igualmente, de no ser así, Naranjo habrá cumplido un sueño que tantos boxeadores del mundo esperan culminar, la mayoría sin éxito, como pelear por un campeonato mundial, además, ante un hito del deporte y en un caldeado recinto mexicano, sirviendo su ejemplo, sea cual sea el resultado, para quienes después de ella pretendan alcanzar esa misma meta en sus carreras.

El combate está previsto que sea emitido en México por el Canal 5 de Televisa a partir de las 6:00 de la mañana del domingo en hora española.