Daniel Pi
@BastionBoxeo

En las tres divisiones de menos peso del boxeo profesional masculino sólo hay un único campeón mundial europeo, siendo esta excepción el ucraniano nacido en Azerbaiyán, titular WBA del peso mosca, Artem Dalakian (17-0, 12 KO), quien ha hecho del centro de convenciones “Parkovy” de Kiev (Ucrania) un seguro feudo en el que ya ha combatido con éxito en cuatro ocasiones y en el que este sábado realizará la segunda defensa de su cinturón.

Más constantes aún que sus visitas al citado recinto han resultado sus grandes actuaciones, que han permitido apreciar con claridad su explosividad y su excelente y heterodoxa técnica, caracterizada por portar muchas veces sus manos bajas. No obstante, Dalakian todavía no se ha enfrentado a un boxeador entre los 15 máximos exponentes de la división, por lo que por el momento, proviniendo además de una nación y de un continente con no demasiado número de combatientes en el peso mosca, su proyección no se ha mantenido tan alta como debería.

El fin del boxeo en HBO, y la desaparición de sus veladas protagonizadas por púgiles de las categorías más ligeras, le han quitado a Dalakian (que se coronó en uno de esos eventos estadounidenses) una inmejorable plataforma para tener buenos ingresos y lograr un apreciable prestigio, de modo que sólo le queda cerrar con un triunfo esta primera temporada y esperar que el 2019 le sitúe ante un buen aspirante oficial o ante una gran oferta.

Con todo, aunque no se le podía culpar por enfrentarse al asequible Sirichai Thaiyen en su primera puesta en juego, ya que éste era su retador obligatorio, sí se le puede reprochar a él, o al menos a su promotora, que le haya seleccionado como rival para este cierre de año a un oponente como el dominicano Gregorio Lebrón (21-4, 16 KO), no pudiéndose entender tampoco cómo un panel imparcial y objetivo de expertos ha podido ubicarlo en el top 15 WBA.

Y es que Lebrón en sus casi nueve años como profesional nunca ha logrado una victoria ni siquiera ante un oponente de nivel medio, reflejando el récord combinado de todos sus oponentes un espantoso 206-194. Siendo justos, se debe decir que en sus dos mayores peleas, ambas en Tailandia ante el entonces invicto Yutthana Kaensa, sufrió dos derrotas controvertidas, mostrando además que no es un mal boxeador. Pero muchos otros púgiles han demostrado sus capacidades y han logrado además victorias que les hacen merecedores de un campeonato mundial.

Siendo uno de los top 15 más veteranos del peso mosca, Lebrón ofrecerá seguramente un gran esfuerzo por intentar conseguir una victoria contra todo pronóstico que cambie su carrera y su vida. Aun así, padeciendo ciertos desajustes en su guardia y en su control de los tiempos de ataque y defensa, además enfrentándose a un boxeador sumamente complejo por su destreza y su potencia y tan difícil de prever por su extensa variedad de recursos, parece casi inevitable que Dalakian, ya sea boxeando en larga con calma o martirizando con sus entradas y salidas y giros, pueda lograr un amplísimo triunfo.

La velada protagonizada por este mundial será emitida en Ucrania por INTER a partir de las 17:00 en hora española.