Daniel Pi
@BastionBoxeo

Si se pretendiese contar cuántas veces en los últimos años un organismo ha situado como coaspirante a un cinturón mundial vacante a un boxeador que no merecía dicha oportunidad seguramente perderíamos la cuenta a medio camino sin llegar a recopilarlos a todos. Pues bien, engrosando dicha lista, podremos sumar un caso más este sábado.

Esto es debido a que en el recinto The Armory de la ciudad de Minneapolis (Estados Unidos), el turco Avni Yildirim (21-1, 12 KO), que fue vapuleado en tres asaltos en octubre de 2017 a manos de Chris Eubank Jr. y que desde entonces no ha sumado ninguna victoria de verdadero relieve, combatirá como coaspirante mundial al cinto vacante WBC del peso supermedio ante el estadounidense, excampeón mundial, Anthony Dirrell (32-1-1, 24 KO), que entrará a esta pelea considerando muchos que prácticamente han arrojado a sus manos un nuevo cetro.

Las recurrentes críticas que se pueden encontrar en las redes sociales y foros respecto a la designación de Yildirim pueden parecer drásticas, pero quizás se queden cortas, valiendo la pena subrayar algo que se está pasando por alto.

Y es que, aunque se dice que Yildirim sustenta actualmente una racha de cinco victorias, el hecho es que sólo tres de esos triunfos llegaron ante rivales de cierta exigencia. Además, estos únicos tres púgiles fueron Lolenga Mock, Ryan Ford y Dereck Edwards, boxeadores competentes pero que juntos suman 121 años de edad (una media de 40 años) y poseen un récord combinado de 84-28-2 y el castigo que suponen 797 rounds.

De todos modos, quizás hay que mirar más allá del Dirrell-Yildirim y no considerar que el primero es el único beneficiado de una asignación de coaspirante inapropiada, ya que no se puede obviar que David Benavídez fue nombrado retador oficial del ganador de este encuentro y que, en definitiva, sería el gran interesado en tener un oponente no excesivamente difícil para intentar recuperar su trono.

Hay que recordar que Benavídez perdió su corona por un positivo en control antidopaje (por un compuesto de la cocaína) y, pese a ello, el WBC le premió con una posición de titular en receso y de aspirante obligatorio o, dicho de otro modo, fingió que le castigaba y le dio después una palmada en el hombro.

Dado que se piensa que Benavídez es demasiado potente, fuerte y grande tanto para Dirrell como para Yildirim, y el estadounidense de origen mexicano podría enfrentarse al vencedor tan pronto como en verano, a muchos quizás el campeonato de este sábado no les parezca lo suficientemente interesante, menos aún siendo mayoría los que opinan que el duelo DeGale-Eubank de este mismo fin de semana parece más un mundial aunque no lo sea.

En cualquier caso, considerando Mauricio Sulaimán que Eubank Jr. le faltó al respeto al WBC (a consecuencia de ello le negó la opción titular en la Convención Anual de 2018 a pesar de haber batido a Yildirim y de estar clasificado por encima de él), nos tenemos que conformar con un choque en el que Dirrell parece tener las cosas muy claras respecto a su rival:

“Le vi pelear ante Chris Eubank y me mostró algunas cosas. Es un peleador que va hacia adelante, ese es el tipo de tío contra el que me gusta combatir. Está hecho a medida para mí”.

Aunque Yildirim logró labrarse una fama bastante temible por las historias que se contaban de sus actuaciones en sesiones de sparring ante destacados boxeadores (por ejemplo, ayudó en la preparación de Canelo para su primer duelo contra Golovkin), la imagen de con qué sencillez fue desarbolado por un púgil con enormes carencias técnicas como Eubank no deja de rebotar en las mentes de los analistas y los aficionados, que consideran que Dirrell, con experiencia de calidad, con más envergadura, bastante explosivo con sus directos y buena capacidad al contragolpe, debería poder aprovechar a su favor las continuas embestidas de su agresivo adversario para neutralizarlo y castigarlo.

El evento encabezado por el Dirrell-Yildirim será televisado en Estados Unidos por FOX Sports 1 a partir de las 4:00 de la madrugada en hora peninsular española, una hora menos en las Islas Canarias.