Carlos Utrilla
@CJBoxing

El sábado por la noche, en el Holiday Beach Club de Benalmádena, el marbellí Antonio Benítez (9-0) y el chivano Fran González (8-21-2) disputan el título de España de la categoría superwélter, actualmente vacante tras la renuncia al mismo de Sergio García.

El combate forma parte de la ya tradicional velada que la promotora vasca que guía la carrera de Benítez (ahora MGZ Promotions) organiza en la zona en esta época del año. En los combates previos, y una vez que se ha conocido la baja de Kerman Lejarraga, predominan púgiles de la zona como Mikael Mkrtchyan, Álvaro Terrero, José Torrisco o, realizando su segunda pelea por estos lares, el emergente Ronny Landaeta.

Camino al campeonato

Desde que Iván “Dinky” Sánchez, gran protagonista en esta categoría en lo que llevamos de siglo, cediera el título ante “Chaca” en diciembre de 2013, el título no ha tenido demasiada actividad. Paradójico porque es uno de los pesos que agrupa a más boxeadores de calidad, aunque esto ha hecho que tuvieran miras más altas y no se concretaran las peleas más interesantes por el cinturón.

En Noviembre de 2014 Sergio García se coronaba nuevo campeón al derrotar a José Manuel López Clavero, quien por entonces marchaba invicto aunque no contaba con el número de peleas requeridas por reglamento. El púgil cántabro no llegó a defenderlo durante 2015, lo que fue aprovechado por Sento Martínez para proponer a su pupilo Fran “El Gladiador” González, quien había conseguido tres victorias consecutivas en ese año.

En Enero de 2016 la FEB aprobaba finalmente la condición de aspirante del valenciano, aunque Maravillabox no mostró entusiasmo por el combate y García abandonó el cinturón. La ascendente promotora MGZ pensó en uno de sus hombres, Antonio “El Chato” Benítez, para ser coaspirante. Aunque el marbellí había militado hasta la fecha en los límites del peso medio, en Abril realizó una pelea en su nueva división para ir aclimatándose.

Dos hombres y un sueño

En ambos casos puede considerarse como el combate más importante de su carrera. Fran González siempre ha peleado donde le han llamado, a veces con poca antelación, con rivales de entidad en no pocos casos y siempre ha dado todo lo que tenía. Para él, un premio a la profesionalidad, sin duda. De hecho, sólo acumula dos derrotas antes del límite: Kerman Lejarraga y Rubén Nieto (llamado a última hora).Antonio Benítez es uno de esos hombres cuyo salto al boxeo profesional fue tardío. Todo esto, lógicamente, condiciona la carrera, por lo que para él siempre ha sido un sueño proclamarse campeón de España. A los 32 años, y prácticamente en casa, tiene la oportunidad. Invicto hasta la fecha, parte como favorito al título de una categoría donde su buen jab puede ofrecerle importantes beneficios (aunque tampoco rehúya el fajarse).

La polémica

El choque viene precedido de cierta polémica, pues el récord de Fran González le imposibilitaría optar a disputar este título de acuerdo al reglamento vigente. En algún caso como este, en el que no existía nadie más interesado en disputarlo ¿se puede realizar una excepción al reglamento? Por supuesto que sí.

El problema es otro. Primero, que no se ha explicado convenientemente lo sucedido. Segundo, que la excepción se está convirtiendo en la regla: unas veces se dice que no se puede ser aspirante viniendo de una derrota y otras se deja, el aspirante elegido no es el que reúne más méritos sino el que tiene el mánager más rápido o persuasivo, boxeadores con récord negativo pelean por el título hasta en tres divisiones diferentes, el número de peleas para hacer el título se aplica según boxeadores, etc.

Nadie, al menos en el Comité de Boxeo Profesional, parece darse cuenta de que este tremendo descontrol sólo llevará a medio plazo a una cosa: a que la gente no valore el campeonato de España y le dé la espalda. Y con ello al boxeo español; a veces, el principal adversario se encuentra dentro.

Para este combate, Sportium (pinchad aquí) ha preparado ofertas especiales para los lectores de ESPABOX a la hora de apostar. La victoria de Benítez se paga a 1,25€ por cada euro apostado, mientras que la cuota del valenciano asciende a 3,50€.