Daniel Pi
@BastionBoxeo

Tres años después del último campeonato mundial masculino absoluto con participación de un español, el enfrentamiento de febrero de 2016 entre Kiko Martínez y Leo Santa Cruz, el boxeo nacional volverá a presenciar un asalto mundialista de uno de nuestros púgiles el próximo sábado en el Copper Box Arena de Londres (Reino Unido).

Habiendo emergido en el boxeo español jóvenes valores que han generado crecientes expectativas con cada asombrosa victoria, en este intervalo de tiempo de tres temporadas desde el último mundial de un español se ha especulado mucho sobre quién sería el primero de ellos que lograría combatir por una corona absoluta. Con todo, la sequía ha llegado a su fin por parte de un púgil y de una división que no eran los esperados mayoritariamente.

Y es que será el peso mosca madrileño Ángel Moreno (19-2-2, 6 KO) el que, tras la cancelación del planeado Valdez-Gago, será el primer boxeador español que tratará de suceder a Kiko Martínez en la lista de monarcas mundiales profesionales masculinos y quien buscará ser el segundo campeón mundial del peso mosca de nuestra historia después de José Antonio López Bueno, monarca WBO de los 50,8 kg en 1999.

El boxeador que se opondrá a los sueños mundialistas de Moreno será el británico Charlie Edwards (14-1, 6 KO), titular WBC que llega a este combate en el mejor momento de su carrera y tras una actuación brillante con la que no sólo superó las expectativas sino que se anotó una victoria contra pronóstico ante un rival absolutamente temible como Cristofer Rosales, que llegaba al encuentro considerado número 1 de la categoría tras haber logrado una victoria antes del límite ante el formidable noqueador Daigo Higa.

Aunque parecía un reto de casi imposible dificultad por la superioridad física y la mayor potencia de Rosales, Edwards, que había sucumbido dos años atrás ante John Riel Casimero, ofreció un perfecto boxeo dinámico en el que sin ofrecer planos sencillos y manteniendo una constante actividad al contragolpe contestó de forma tremendamente efectiva a la implacable presión del nicaragüense.

Tras este precedente que impresionó a sus propios seguidores y, sobre todo, a los analistas, Edwards encara este sábado una primera defensa voluntaria con las apuestas volcadas a su favor, pagándose en muchas casas la cuota máxima por la victoria de Moreno (16 euros por euro apostado) y siendo la cuota más baja que se puede encontrar para el aspirante de unos elevados 11 euros por euro apostado.

Pese a ello, Moreno se muestra tremendamente confiado en sus opciones de victoria, fundando su optimismo no sólo en su determinación mental para lograrla sino también en la experiencia que tiene sobre un ring frente a Edwards, ya que ambos han sido compañeros de sparring. El “Golden Boy” Moreno afirmó lo siguiente:

“No voy a Londres de vacaciones. Esta es la oportunidad de mi vida. Los dos nos conocemos muy bien habiendo hecho sparring en dos ocasiones en el pasado. Hemos hecho muchos rounds juntos y pienso que sabe que seré demasiado fuerte para él en la noche de la pelea. Si su equipo piensa que va a ser una defensa fácil para Charlie están totalmente equivocados”.

Por otro lado, algo que Moreno considera que le empuja hacia la victoria son los extraordinario éxitos precedentes que boxeadores españoles han logrado sobre británicos recientemente:

“Seguiré el camino de Sergio García y de Kerman Lejarraga. Me he inspirado mucho por la victoria de mi compañero de escuadra en el O2 Arena y haré que España se sienta orgullosa otra vez cuando levante el cinturón verde sobre mi cabeza. El boxeo español está en una posición muy buena en este momento y sería un honor ser el siguiente campeón mundial de mí país”.

Sin duda tener una confianza inquebrantable en la victoria es un requisito indispensable para poder intentar lograr una gesta como lograr batir como visitante a un púgil de la élite quizás en el pico de su rendimiento y que, tras su triunfo ante Rosales y teniendo como promotor a Hearn, sabe que si consiguiese defender exitosamente su cinturón el próximo sábado estaría emplazado a enormes contiendas en el peso mosca y en el peso supermosca.

De hecho, sin llegar a expresarlo de forma directa, se intuye que el equipo de Edwards pretende usar la pelea contra Moreno como una referencia para medir su actuación respecto a la que el español tuvo ante otro actual monarca de la división (entonces todavía no coronado) como el ucraniano Artem Dalakian, monarca WBA ante el que quizás el británico planee unificar en el futuro próximo si antes no se materializa una oportunidad de oro en el peso supermosca.

Lo que tiene claro Edwards, que no subestima en absoluto a Moreno, es que esta puesta en juego es un paso vital hacia el estrellato, expresándose en este tono:

“Quiero ser un grande del boxeo británico y para ser un grande necesito ser un campeón en múltiples divisiones. Ese nuevo libro empieza ahora. Estoy obsesionado con el boxeo, con mejorar cada día. Quiero terminar como un grande y esta primera defensa va a ser una verdaderamente buena. La espero y estoy emocionado por ella.”

“Ángel Moreno es un muy buen peleador. Tengo que centrarme al 100% en Ángel Moreno, es un agente de primera clase y supone una pelea difícil. Pero creo, y lo demostraré, que este es mi momento. El momento lo es todo y lo tengo completamente a mi favor. Todas las otras peleas surgirán en el futuro. Estoy listo ahora para pelear donde y con quien sea. Estoy en este deporte no para para seleccionar y coger a mis oponentes. Sólo quiero construir un legado y quiero ser conocido como un grande de todos los tiempos en el boxeo británico”.

Dado que ambos son boxeadores más conocidos por sus cualidades técnicas que por su pegada (Edwards tiene un 42% de triunfos antes del límite y Moreno un 32%) y de las tres derrotas que suman entre ambos sólo una ha sido por nocaut (la padecida por un inexperimentado Edwards ante un fogueado Casimero), parece posible que el combate pueda consumir los doce asaltos.

Ese escenario no resulta, sobre el papel, conveniente para Moreno, y no sólo por su condición de visitante, ya que Edwards es un boxeador muy activo con su jab y con su uno-dos-hook acompañado de constantes pasos laterales, mientras que el español suele repartir algo más durante el round sus explosivos ataques con combinaciones de curvos, siendo tendencia que los jueces valoren mejor el trabajo regular incluso si es de media menos eficaz.

Por otra parte, buscar una guerra de intercambios, incluso si Edwards fuese negligente y la aceptase demasiado tiempo, sería complejo después de ver cómo el inglés soportó brutales golpes de poder del pegador Rosales incluso cuando llevaba muchísimos rounds corriendo el ring y debería haber estado agotado. En cualquier caso, como ceder el centro del cuadrilátero a Edwards y buscarlo al contragolpe sería una tarea muy ardua por la velocidad de manos tremenda del campeón, a Moreno no le quedará otra que salir a presionar y buscar sorprender con abiertos crochés sobre los rectos de su rival, si bien la capacidad al contragolpe del monarca le hace muy peligroso con inesperados curvos combinados, que llegaron a sacudir al férreo “Látigo” Rosales.

Es totalmente cierto que un peso importantísimo a la hora de planear la batalla lo tendrán las lecturas que ambos extrajesen de sus rounds de sparring y que esto resulta un elemento intangible para los que miran desde fuera de sus campamentos de entrenamiento, pero parece que los dos tienen claro que será una buena confrontación con mucha acción. De ser así, desemboque o no la pelea en que el español logre una histórica victoria mundialista como visitante, Moreno tendrá el indeleble recuerdo y el formidable premio para su carrera de haber ofrecido una noche que recordar en un campeonato mundial.

La velada será emitida en Estados Unidos, Canadá y otros países, incluido España por DAZN.