Manuel Valero
@Manu_Valero

Las negociaciones entre los equipos de Deontay Wilder (36-0, 35 KO) y Alexander Povetkin (30-1, 22 KO) parece que no han llegado a un buen puerto por lo que se celebrará el 26 de febrero en Estados Unidos la subasta del WBC para organizar este combate.
El ruso confía en que su promotor Andrey Ryabinsky gane a Al Haymon y le lleve la disputa del título WBC del peso pesado a su país. Con el precedente de la subasta ganada por Ryabinsky por veinte millones de euros para el enfrentamiento con Wladimir Klitschko, parece que el promotor ruso volverá a hacer una arriesgada apuesta.
A pesar de las declaraciones de Wilder, mostrando su disposición para pelear en cualquier momento y lugar, el equipo del campeón no parece muy entusiasmado con la idea de exponer su cetro fuera de casa, a pesar de la gran bolsa que recibiría el americano. En caso de que Ryabinsky gane la subasta y Wilder no abandone el título, sería el segundo púgil manejado por Haymon tras Charles Martin que defiende un mundial del peso pesado como visitante.