Daniel Pi
@BastionBoxeo
Foto:Marca

El primer intento de Manny Pacquiao de promover un cartel protagonizado por él mismo fuera del paraguas de Top Rank no ha sido nada sencillo. Muchos son los que creen que Bob Arum ha intentado sabotear este proyecto, habiéndolo afirmado públicamente incluso miembros clave del equipo de Pacquiao, viéndose forzado así el veteranísimo promotor a salir al paso de las acusaciones para negarlo todo, aunque sin grandes resultados. En cualquier caso, el extendido rumor de que no había dinero para sustentar el cartel y que el evento iba a ser definitivamente cancelado ha resonado enormemente, complicando la labor de Pacquiao para pactar patrocinadores e impulsar la venta de entradas.

A pesar de las dificultades, el evento ha salido adelante, si bien muchos dudan de que termine por producir beneficios. Estas consideraciones resultan especialmente curiosas si se tiene en cuenta que de haber tenido lugar varios años atrás el enfrentamiento entre Manny Pacquiao (59-7-2, 38 KO) y Lucas Martín Matthysse (39-4, 36 KO) habría sido un combate gigantesco, que habría llenado un gran recinto estadounidense y que seguramente habría sido vendido en un caro pago por visión de HBO.

Con todo, después de la derrota de la estrella filipina ante Jeff Horn, que simbolizó, más allá de la polémica en las tarjetas, algo así como la materialización definitiva de la debacle de su rendimiento y lo arrojó a las puertas del retiro, además de llevar a la ruptura su relación con Bob Arum y Freddie Roach, la cotización del choque, como la del mismo Pacquiao, no ha podido mantenerse tan elevada. Por otra parte, en cuanto al boxeador argentino, el recuerdo de cómo Viktor Postol lo dominó absolutamente, quedando también su carrera en una posición crítica, agravada por 19 meses de inactividad posterior, tampoco ha contribuido al brillo de la pugna. Eso por no hablar del muy polémico último combate de Matthysse ante Kiram, en el que son muchísimos los que creen que el tailandés exageró sus caídas.

De todas maneras, aunque el combate no supone hoy en día un ápice de lo que podría haber sido en el pasado, ver combatir a dos grandes nombres como Pacquiao y Matthysse, especialmente tras unas semanas sin peleas de gran relieve, despertará previsiblemente un notable interés, aumentado por la vital pregunta de cuánto le queda a cada boxeador.

Esta cuestión será contestada de forma más nítida este sábado en la Axiata Arena de Kuala Lumpur (Malasia), sede elegida exclusivamente por razones de índole económica y donde muchos creen que se podría ver la última pelea del perdedor. No obstante, para el vencedor se habla de excelentes opciones, incluso de posibles encuentros contra Keith Thurman y Vasyl Lomachenko. Sin adelantar acontecimientos, Matthysse dice apuntar a un nocaut que pretende que, pese a los problemas de rendimiento de Pacquiao, maquille decisivamente su récord, mientras que “Pacman”, de la mano de Buboy Fernández como entrenador (que ha afirmado que basarán su táctica en el contragolpe), hará un alto en su trabajo como senador de Filipinas para intentar demostrar que la mayoría se equivoca y que su carrera como boxeador no ha terminado sino que incluso se ha renovado.

Tanto Pacquiao como Matthysse dieron el peso wélter (66,7 kg) sin problemas, marcando el primero 66,224 kg y el segundo 66,542 kg. El evento encabezado por el Pacquiao-Matthysse se producirá en la mañana del domingo en hora malaya, de modo que se desarrollará en la madrugada del sábado al domingo en hora peninsular española, estando programado el inicio del respaldo televisado a las 3:00 de la mañana.