Carlos Utrilla
@CJBoxing
El sábado por la noche, en el MGM Grand de Las Vegas, Manny Pacquiao (57-6-2) y Tim Bradley (33-1-1) disputarán una pelea que se presupone histórica. Y es que la de este fin de semana puede ser la última aparición sobre el ring del portento tagalo; al menos en el terreno profesional, pues algunos rumores apuntan a que ya tendría pactada su participación en los Juegos Olímpicos de este verano.
Aunque una victoria de Pacquiao conduciría a que su entrenador, Freddie Roach y sobre todo su promotor, el viejo zorro Bob Arum, intentaran prolongar la carrera del asiático, la cartelera desprende aroma a despedida… y a bienvenida, pues astutamente el promotor ha introducido en la misma a una serie de púgiles que pretende que sean algunas de la puntas de lanza de TOP RANK en los próximos años.
La noche que descubrimos a “Pacman”
Mientras esperábamos, hace casi 15 años (dos meses faltan), que llegara la hora en la que Javier Castillejo saltara al ring para defender su cinturón mundial WBC superwélter frente a De la Hoya, tuvimos ocasión de descubrir a Manny Pacquiao. El filipino había sido avisado con un par de semanas de antelación para sustituir al mexicano Enrique Sánchez, en lo que era un intento de promocionar en Estados Unidos al campeón IBF supergallo, el sudafricano Lehlo Ledwaba.
Sin embargo, aquella noche quedamos deslumbrados por su rival. Pacquiao ya había sido campeón mundial en peso mosca pero no era conocido en Occidente. A partir de esa noche, aquel zurdo de velocidad endiablada, boxeo ofensivo, sonrisa permanente y fuerte pegada, iba a comenzar a ganar seguidores. Hasta el punto de ser uno de los grandes protagonistas del panorama pugilístico en los siguientes tres lustros. El asiático pasaría de ganar 40.000 dólares por esa pelea, en Junio de 2001, a unos 100 millones en su combate con Mayweather Jr en 2015. Eso sí, nadie le regaló nada: se hizo un nombre, subió de categoría y buscó siempre a los mejores. Juan Manuel Márquez en cuatro ocasiones, Erik Morales en tres, Marco Antonio Barrera en dos, Cotto, Margarito, Ricky Hatton, Shane Mosley, Bradley, el gran Floyd.
Pacquiao vs Bradley III
¿Qué se puede esperar de un tercer enfrentamiento entre estos dos boxeadores? Ambos se conocen y parece que habrá pocas sorpresas. Para la mayor parte de seguidores, Pacquiao ganó las dos anteriores, pese a que los jueces sentenciaran lo contrario en el primer duelo. La diferencia puede estribar en el estado físico que presente el filipino, que ha ido perdiendo velocidad con los años; Bradley, con 32, todavía se encuentra en gran estado de forma y el aspecto físico siempre ha sido una de sus bazas. Interesante el duelo de esquinas, con Roach siempre junto a Pacquiao y Teddy Atlas en su segunda pelea con el estadounidense.
Todo un personaje Atlas, quien acusó de dopaje en numerosas ocasiones a su rival del sábado pero que desde que se cerró la pelea ha suavizado sus posturas. Él es el encargado de dotar a Bradley de un plus en su boxeo, hacerlo un poco más ofensivo y del gusto del público de Estados Unidos. Tiene velocidad, calidad, cualidades técnicas… pero siempre ha tenido que lidiar con una pegada liviana, lo que le ha impedido llegar a convertirse en un peleador realmente taquillero. La paradoja: el combate en el que peor boxeó Bradley, por enfrascarse en una absurda guerra con Provodnikov, es de largo el que más ha hecho por su carrera.
En juego estará el título WBO Internacional del peso wélter, quizá lo de menos. Pacquiao, según se ha desvelado, percibirá un fijo de 6 millones de euros, más cantidad variable por explotación de televisión, y Bradley 3,5 millones de euros. Para el filipino, cifras bastante lejanas a las de las anteriores confrontaciones con el mismo rival.
El combate se podrá ver en directo, de manera gratuita por los abonados de Vodafone (Dial 14), y en Total Channel en PPV.